Copiar en un examen está en la naturaleza del estudiante: Jason Stephens

En la mesa de análisis organizada por el CIESLAG, el especialista en educación en Nueva Zelanda, mencionó que es una práctica difícil de erradicar, ya que la corrupción está en la genética humana.

Participaron Jorge Melguizo, director del Comfama y Jason M. Stephens, especialista en Integridad Académica en Nueva Zelanda. (Manuel Guadarrama)
Luis Carlos Valdés
Gómez Palacio, Durango /

En el marco de análisis y reflexión sobre la integridad en la educación y las trampas que algunos alumnos realizan en las instituciones educativas para simular ser competentes, especialistas señalan que la corrupción es inherente en la genética del ser humano, pero depende de la educación que se reciba para poder inclinar la balanza hacia la mejor conducta.

Este tema se comentó en la mesa de análisis organizada por el CIESLAG (Comunidad de Instituciones de Educación Superior de La Laguna) y la Universidad La Salle, integrada por el consultor colombiano Jorge Melguizo, director de Educación y Cultura de la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (Comfama), así como Jason M. Stephens proveniente de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, especialista en Integridad Académica, previo a los trabajos del XI Congreso de Investigadores de CIESLAG y la XXXV Asamblea de Rectores de AMIESIC (Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristiana). 

El colombiano Jorge Melguizo, director de Educación y Cultura de la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (Comfama), cuestionó lo que están haciendo las universidades e instituciones educativas, por construir mejores ciudadanos. 

Planteó el que las universidades quizás estén alejadas de la construcción de realidades, están pensando en un proyecto académico desde la razón, desde el ser, en las tecnologías, las personas que están saliendo de las universidades de verdad son mejores seres humanos con los que se puede armar una mejor sociedad, cuestionó. 

Tras el análisis sobre las diferentes variables que derivan en que se generan faltas en la conducta de los estudiantes en instituciones educativas como el copiar o hacer trampa, Jason M. Stephens proveniente de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, especialista en Integridad Académica, así como articulista y autor de varios títulos referentes al tema académico y la responsabilidad profesional en los ámbitos sociales señaló: 

“Si sabemos que está mal porqué se hace, por eso cuestiono a los investigadores, sobre la manera de cómo se puede cambiar esta situación, después de ver que esta conducta está en la naturaleza humana, sí hay manera de que se puedan hacer estos cambios”, indicó. 

Cuestionado sobre los actores que deben ser partícipes para contrarrestar los efectos de este comportamiento en las instituciones educativas, dijo que nadie se puede lavar las manos, ya que es un trabajo en conjunto entre los papas, la familia, la sociedad, la iglesia que desafortunadamente no está asumiendo su responsabilidad, todos los sectores de la sociedad e instituciones deben estar involucradas para crear mejores ciudadanos. 

“Sería sorprendente que los niños no copien, ya que esto es inherente al ser humano, es parte del instinto animal para sobrevivir, por lo que cambiar esto es parte del papel de las instituciones sociales y educativas, el ser humano tiene la capacidad para fallar, pero también para decidir un mejor camino fortaleciendo la parte de luz".

Recalcó: “Sí, la corrupción está presente en la genética del hombre, tenemos las dos semillas, siempre estará la dualidad y la posibilidad de elegir, donde el copiar o tener una conducta irregular debe ser sancionado o castigado con calificación o expulsión”, pero señaló que debe trabajarse en las consecuencias con una guía que lleve a entender qué provoca esta situación y trabajar por mejorar esta conducta y no sólo el castigo.