Con una tradición de 18 años, María Parra lleva a cabo una misa y un homenaje a San Judas Tadeo en el municipio de Francisco I. Madero, Coahuila.
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"Le prometí al santito que si me daba mi alivio le organizaba su misa y danza mientras viva. Me curo de una enfermedad y desde entonces sigo la tradición, mi familia me apoya, cada año le rezamos y damos la reliquia".
En medio de la calle Xicoténcatl, de la colonia Madero, se montó un altar con la imagen de San Judas, y desde las 10:30 horas los danzantes bailan en homenaje al patrono de los casos difíciles.
"En una ocasión me operaron, precisamente un 28 de octubre y mis hijas querían suspender la reliquia, pero les dije que mientras esté viva esa tradición sigue, y me prometieron que seguirá por siempre en la familia".
Poco a poco fueron salieron los vecinos del sector y se acercaban para ver la danza, participar en la misa y esperar la clásica reliquia que consistió en guisado de cerdo y siete sopas.
María se siente muy satisfecha de haber cumplido una la promesa de homenajear a San Judas Tadeo una vez más.