Voto Mazahua va contra la inseguridad y discriminación

'Los Nuevos Laguneros' como se le conoce al grupo étnico, el cual cuenta con 250 integrantes, es representado por la comercianteMaría Guadalupe Onofre Ramírez.

Estas elecciones apostaron por la mejora en la inclusión ciudadana. (Manuel Guadarrama)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Después de ejercer su voto, María Guadalupe Onofre Ramírez, líder en Torreón de poco más de 250 comerciantes de origen Mazahua, refirió que en la Comarca Lagunera se debe trabajar para erradicar la inseguridad y la discriminación que se vive en un entorno cotidiano.

Conocidos como 'Los nuevos Laguneros', esta comunidad indígena encontró sustento en el comercio semiambulante hace medio siglo atrás, pero María Guadalupe recuerda que cuando llegó a la ciudad vivió en la intemperie, bajo la sombra protectora de su madre. 

“Yo sufrí mucho cuando era niño y por eso no quiero que la gente sufra, ni mis hijas ni mis nietos. A veces no quiero platicar mucho porque me sale la lágrima, pero yo espero en estas elecciones que gane el mejor y que tomen en cuenta a las personas que en verdad necesitan. Nosotros por ejemplo lo que queremos es que haya seguridad aquí en todas las formas". 

A temprana hora, María Guadalupe llegó a la casilla 1266 básica, en la avenida Cuarta en la Colonia Antigua Aceitera y con su hija María de los Ángeles votó para elegir presidente de la República, diputados, senadores y alcalde de Torreón. 

Fue de lo primero que se ocuparon este domingo pues de inmediato tendrían que partir a sus negocios.

“Mi mamá vendía semillitas y dulces y yo sigo haciendo lo mismo, pero aquí yo ya tengo muchos años, ya hice mi vida. Somos muchos mazahuas aquí, como 250, pero aparte los hijos y las nueras, todavía somos más porque muchos se quedan aquí un rato y en agosto se van al rancho porque hay una fiestecita de Santa Rosa de Lima, y la que junta un poquito se va y la que no pues se queda”.

Con nietos y tres bisnietos, dijo que sus 4 hijas y 3 hijos se casaron con laguneros. Ella sólo les pudo dar educación básica pero sabe que sus nietos tienen un mejor futuro.

“Desgraciadamente, hasta me da vergüenza decir, yo a mis hijos nomás les di secundaria porque no alcanzaba yo para darles más estudios, y mis hijas sacaban puro 10 y 9, pero no yo no pude. Pero sus hijos de ellos sí podrán. El comercio da para vivir, pagar agua y luz y la comida porque vivimos el día”. 

Con un puesto donde vende semillas y mochilas que instaló en la calle Valdez Carrillo, aseveró que "de fiado" o como se quiera, se trabaja pensando en pagar la deuda y quedarse con un poco de ganancia.

“Yo soy presidenta de los indígenas mazahuas, y yo me organicé porque había mucha discriminación aquí en Torreón y no nos tomaban mucho en cuenta, y yo ayudo a la gente que en verdad necesita, por una cosa, por una medicina, por algo que si no venden ahora, busco la manera de como ayudarles”, finalizó. 

"De aventón"

A mí mamá me trajo desde 1968, nosotros nos vinimos de ride desde el pueblo hasta acá, en tráilers, en el tren carguero y todo eso. Yo estaba muy chiquilla, no recuerdo cuántos años tendría. Mi mamá se quedaba en la estación del tren y se tapaba con un hule como ahorita que está nublado, se tapaban con cartones y vivieron debajo de los vagones que estaban aquí en la Antigua Aceitera.