No es poco común que un chico piense como regalo ideal para navidad el entregar una mascota a su novia sin considerar la opinión de la familia que deberá, no sólo atender al animal, sino invertir recursos para su bienestar.
Además, los cachorros de perros o gatos son traviesos por naturaleza y romperán cosas tras su paso por la casa, sin descartar que dejarán una huella de pelos en sillones, almohadas y ropa de cama.
En ese sentido defensores de animales advierten que después de la Navidad, el abandono de las mascotas se incrementa y ni los perros de raza se salvan de ser lanzados a la calle, lo que conlleva un grave problema de salud pública.
Grisel Plata, activista defensora de animales, apuntó que en su caso al recuperar a perros que han sido abandonados, observa que incluso “la mascota” adquirida con costos onerosos, no escapa de esta dinámica donde las familias inicialmente lo aceptan pero al tiempo se deshace de él sin buscarle un refugio u otro hogar.
“Hay demasiado abandono, después de la navidad o el Día de Reyes crece el abandono como no te imaginas. Yo creo que hemos ido un poco cambiando respecto a eso, pero te regalan un cachorro y no preguntan si la mamá lo va a recibir porque es un ser vivo que hace pipí y popó, que es un cachorro, que valga la comparación, es como un bebé y son traviesos”.
Ella especificó que las familias se molestan además ante los daños que ocurren de manera inconsciente, pues los animales muerden muebles, rompen cojines y sin enseñanza se orinan y defecan en cualquier parte. Además, tienen un olor natural que se puede matizar al bañarlos, lo que implica atención especial.
“Los perros te jalan y muerden muebles, hacen un sinfín de travesuras. Igual te lo regalan de dos meses, a veces un poco menos que no debería de ser porque la edad ideal para que te den un cachorro es de dos meses, que lo desteten. Entonces te lo regalan y es una inversión porque necesita croquetas, su esquema de vacunación, su desparasitación, sus baños porque si no, enferma y a veces no se contempla ese gasto”.
Tiempo y dinero es lo que requiere un animal de compañía, y de tratarse de un cachorro, éste crecerá. De tratarse de una raza de estatura mediana, puede tener un espectro de vida de los 10 a 12 años. De ser de raza pequeña alcanzará hasta los 16 años, lo que se debe tener en cuenta.
“Yo siento que es responsable el que regala porque debería preguntar. Debe ser un padrino solidario y si la gente no lo quiere, debe retenerlo, buscarle hogar. Hay una corresponsabilidad porque regalan cachorros, un hurón, un conejo o mapache y la gente les puede decir que era una excelente idea, pero no sabes si la familia podrá recibirlo porque se necesita espacio porque hay algunos deben estar adentro, sobre todo las razas pequeñas”.
Ni los de "raza" se salvan
Debido a que ella se dedica a rehabilitar perros, en su protocolo de adopción Grisel Plata es muy estricta y pide que se le permita investigar el entorno y la casa.
“A mí no me gusta el concepto de mascota porque creo que debemos evolucionar, es mejor decir un perro o gato. Hay casos muy especiales, tengo una amiga que le regalaron un (gato) bengalí de 30 mil pesos, pero los padres están histéricos. A lo mejor el chavo pensó: ‘Te estoy regalando algo valioso, un bengalí’, pero no sabe del problemón que los padres han tenido por la rasguñada de muebles.
“A otra, un novio le regaló un bulldog francés y ella asustada, ¿qué onda? Porque te voy a ser sincera, los animales de raza no se salvan: tengo rescatados yorkshires, pugs y los huskies de moda, no te imaginas, los encuentras en pésimas condiciones, ni los de raza se salvan”.
Nuevos reglamentos para su protección
Por su parte el doctor Manuel Acuña Cepeda, director de Salud Municipal en Torreón, indicó que la adopción de un perro o gato no tiene fecha de caducidad, pero ante la falta de una cultura de tenencia responsable, considera que es importante continuar con la labor humanitaria.
“Más allá de los fines comerciales, que es el problema o riesgo que se tiene con algunas personas que a veces enmascaran su actividad, pero al final de cuentas existe un aspecto de tipo económico de pormedio, la finalidad que tiene el plan operativo que se creó en la dirección de Salud para la relación de las animalistas que nos apoyan, pues es tratar de desahogar a los perros que son recogidos en la calle”.
Aunque la cifra es variable, en Torreón pueden ser recogidos de las calles hasta 70 perros mensualmente. Asimismo, se informó que al momento la cifra de adopciones realizadas a través de las acciones que desarrolla el personal que labora en la perrera municipal es de 3 mil canes en lo que va de la administración. Pero prevalece la falta de conciencia sobre la vida del animal pues se le ve como una mascota y no un acompañante.
“Por eso fue el objeto de establecer modificaciones al reglamento y que era la preocupación de que se estuviera llevando a cabo la autorización por parte del Cabildo, lo cual se cumplió, y que al final de cuentas se lleve a cabo el Registro Público Municipal de Salud Animal, Repumsa, porque mientras no haya orden, vigilancia y supervisión, la gente seguirá siendo irresponsable”.
Con este registro se dio un primer paso para poder crear conciencia sobre el deber de los ciudadanos hacia sus animales, y fueron en suma mil 500 registros los que se realizaron, apoyados de manera solidaria por veterinarios que accedieron a colaborar con las autoridades para realizar el censo.
“Es un tema que no sólo atañe a la Dirección de Salud con respecto al hacer el registro público. Se tiene que poner en práctica junto a los veterinarios para que éstos sean solidarios y llevar a cabo la actividad que contempla además un tatuaje que se pretende colocar para el control y vigilancia. Las personas deben hacerse a la idea de la tenencia responsable, porque habrá sanciones económicas por su abandono, y es parte de un plan que se debe estructurar”.
Los perros que custodian vidas
El pasado 3 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de las Personas con discapacidad, lo que hizo reconsiderar la labor que realizan los perros de asistencia.
Los animales de servicio usualmente son perros que están entrenados para tirar de una silla de ruedas, recuperar artículos que se han caído, alertar a una persona acerca de un sonido, recordarle que tome un medicamento, pulsar el botón del ascensor, entre otras, todo ello en beneficio de una persona con una discapacidad física, mental, sensorial, psiquiátrica o intelectual.
Los perros están entrenados para tomar una medida específica cuando sea necesario asistir a una persona. Por ejemplo, en el caso de una persona con diabetes, el perro le alertará cuando su azúcar en sangre alcance niveles altos o bajos, o para una persona con epilepsia, el perro está entrenado para detectar la manifestación de una convulsión y le ayuda a mantenerse a salvo durante ésta.
EGO