Mascotas, animales de rancho y de trabajo, las otras víctimas por inundaciones en Tabasco

Perros, gatos, puercos, gallinas, guajolotes, patos, burros, vacas y caballos (entre otros), buscan donde refugiarse y sufren mal estado de salud por falta de comida, no hay donde puedan pastar, la humedad daña las patas de algunos.

Durante un recorrido se observa un caballo evidentemente enfermo. (Javier Ríos)
Los cerdos también la ven difícil. Cristina tiene algunos. (Javier Ríos)
Omar Brito
Tabasco /

En Tabasco más de 300 mil personas han sufrido inundaciones en sus hogares, pero no son las únicas víctimas en esta tragedia, pues lo animalitos de rancho, los de trabajo, el ganado y las mascotas también se encuentran en un estado crítico por los altos niveles de agua que no ceden desde hace un mes en diversas zonas del estado.

Perros, gatos, puercos, gallinas, guajolotes, patos, burros, vacas y caballos (entre otros), buscan donde refugiarse y sufren mal estado de salud por falta de comida, no hay donde puedan pastar, la humedad daña las patas de algunos.

El ganado no encuentra lugar seco fácilmente o donde crezca el pasto. Las gallinas se postran por horas en alambrados, cercas o cualquier lugar que los aleje del agua.

“Ya ni se pelean”, dice un vecino de Jalpa, donde la inundación subió de nuevo por el desfogue de la presa Peñitas y las lluvias, al ver un montículo de arena seca en el que se amontonan un gato, un perro, gallinas y un pollo.

Al paso, durante un recorrido realizado por MILENIO, se observa un caballo evidentemente enfermo. Los huesos de las costillas reflejan la falta de alimento y sus patas no han dejado de tocar humedad por semanas. El pobre ni siquiera tiene nombre.

​¿Cómo se llama?-le cuestionamos al dueño Guadalupe Ruiz, “no tiene nombre, es: caballito. Está enfermo, hay que curarlo tiene fiebre, a ver si dios quiere que se recupere y si no pues ni modo.

“No tiene comida, cómo está todo inundado hay que darle su maicito y cortar zacate por ahí si encontramos, quiero salvarlo, es el único que vaquea y eso es a lo que me dedico”.

Otro animal que está en riesgo es “oso”, un perro que perdió la vista y está encadenado dentro de un triciclo en la casa de sus dueños, quienes se fueron, y son los vecinos los que lo ayudan.

“Se llama oso, así le pusieron. Él ya perdió la vista porque ya le salió una carnosidad y cuelga, cuando se lastima corre la sangre desde su ojo y pues ahí los dueños no le hacen caso al pobre perro. Hay un veterinario pero ya le hemos dicho tres veces y dice que ya va a venir, ayer pasó y no le hizo caso”.

Los cerdos también la ven difícil. Cristina tiene algunos. Ella también vive en Jalpa y aunque levantó varios metros su casa para evitar la corriente del ríachuelo Santa Lucía que pasa detrás de su hogar, el agua ya la alcanzó.

“Nunca creí que mi casa se iba a ir al agua porque está alta y eso es lo que más me duele… cuando yo me levanté y vi mi casa no me importó el refri, no me importó nada, solamente pensé en mis puerquitos en esta agua que no sabemos cuando se va a ir, ya llevamos un mes así, la verdad… ya me siento mal”, dice llorando y hace un movimiento con la mano para que termine la entrevista.

El mayor problema en esa región es que el agua de la laguna de Pomposú y del canal de Santa Lucía se juntaron, y las autoridades pronostican que la inundación, ahí, seguirá al menso un mes más.

ledz

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