La zona sur de Tamaulipas ha tenido por lo menos cinco accidentes en un año y medio protagonizados por traileros en visible estado psicótico, situación que ha dejado al descubierto que todos los conductores consumen algún tipo de droga estimulante para no dormir.
A su favor, los conductores aseguran que se ven obligados a doparse por la sobrecarga de trabajo, pues las empresas no están respetando que cuando menos duermen 8 horas antes de salir a un nuevo viaje.
Arturo Puente, consejero nacional de Conatram en Tamaulipas, indicó que “de cada 10 personas que acuden a hacerse el examen antidoping para ser contratados, 10 salen positivos”.
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El porcentaje de adicción ha crecido, pues hace algunos dos a tres años era el 60% de los que dan positivo a sustancias en su sistema, ahora es casi la mayoría.
Indicó que hay algunas empresas grandes que tienen hasta 150 choferes, otras tienen 20, aún no se tiene con exactitud el número de choferes que laboran en la Conatram, por ejemplo.
Sostuvo que hace falta profesionalizar dicha actividad, pues apenas una institución de nivel medio superior, el Conalep, la tiene dentro de sus opciones de estudios.
Los traileros no niegan el problema, pero aseguran que hay un argumento fuerte para que tengan que recurrir a sustancias como el lexatin, redicres, rines o el famoso “perico”, todas sustancias para inhibir el sueño, y es por la sobrecarga de trabajo a la que se ven expuestos por sus patrones.
Mario, quien viene de una familia de conductores de unidades de carga pesada, platicó que por ejemplo en la zona sur, hay empresas que cuentan con poco personal, lo que provoca que lleguen de un viaje y ellos mismos tengan que formarse para recibirla nueva carga y esa misma noche volver a salir, sin haber dormido por lo menos 4 horas seguidas.
“Algunas líneas cuentan con los llamados patieros, que se deberían de encargar de hacer el proceso de carga, pero muchas no cuentan con ellos, así que el operador tiene que hacerse cargo, porque el dueño de la empresa lo que quiere es sacar el mayor número de viajes”.
Con 14 años de experiencia manejando en carretera, Juan es otro chofer que cuenta que los patrones están conscientes de los “trucos” que se usan para apelar el sueño, las empresas grandes realizan dopings cada semana a sus operadores, pero muchas otras no, pues de alguna manera les conviene que el conductor rinda sin descansar.
Sueldo, otro factor de abuso
La paga es otro factor importante, pues hay líneas que pagan los viajes cortos en 3,500 pesos, así que los operadores se ven obligados a tener que hacer cuando menos tres para tener una ganancia más o menos holgada al terminar la semana,
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes hace una revisión médica a los conductores cada dos años, cuando toca renovar la licencia de conducir, ahí también les hacen un doping; sin embargo, muchas de las sustancias que se consumen para no dormir desaparecen en poco tiempo, por eso en las estadísticas que muestra la dependencia el índice de adicción es muy bajo.
El operativo Delta, que hacen las autoridades para tratar de ubicar a traileros bajo los efectos de alguna droga, con revisiones aleatorias en carretera, tampoco resulta muy efectivo, según advierten los conductores, pues es fácil evadirlos, debido a que los conductores avisan sobre su presencia en redes sociales o grupos de WhatsApp.
Los traileros advierten que el problema tiene que ver con la falta de organización, no tienen algún sindicato u organismo que vele por sus derechos laborales, donde se haga cumplir lo que establece la NOM-087-SCT-2-2017 de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que establece una bitácora donde se especifican las horas de servicio a las que se ven expuestos, pues se contempla que deberían tener descansos que les permita tener 8 horas para dormir.
Cuando el trailero va en carretera, se le permite hacer varias paradas a lo largo del trayecto, pero en algunos casos son de media hora, para poder cumplir con los tiempos de entrega, presión a la que se ven sometidos pues cabe señalar que hay clientes que penalizan la hora de llegada.
El gremio además enfrenta otras problemáticas, pues hay muchos que carecen incluso de un seguro de vida, pese a los riesgos que conlleva su trabajo.
Si bien las estadísticas de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), no reporta un aumento en el número de accidentes anuales en las carreteras de México por parte de los camiones de carga, estos dejaron 12 mil 099 incidentes viales, con 6 mil 403 lesionados y mil 864 muertos.
SJHN