Los azules vencieron a Mikel Arriola en la capital. Un punto le faltó al abanderado del PRI a la gubernatura de la Ciudad de México para salir avante con la victoria... en una reta de jai alai en el Frontón México.
Enfundado con una casaca roja, el ex titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hizo alianza con López, pero Imanol, el ex campeón de la disciplina; sin embargo, no les alcanzó para ganarle a los de casaca azul: Ekhi Martínez y Daniel Inclán, quienes los derrotaron 29-30.
Por ello, el precandidato presidencial de PRI-Verde-Panal, José Antonio Meade, anunció la revancha y la ruta de la misma: “Vamos con los rojos a ganar en el Palacio de la Pelota, vamos a ganar el Palacio del Ayuntamiento y de ahí, a Palacio Nacional”.
Meade, Arriola y Enrique Ochoa llegaron temprano al Vip’s de Ignacio Vallarta para desayunar, ahí afinaron los temas de agenda y el posicionamiento de cara a las elecciones del 1 de julio.
A las 10:30 pidieron la cuenta y se enfilaron al Frontón México. Pese a la gran afluencia de transeúntes y deportistas que caminaban por las inmediaciones del Monumento a la Revolución, nadie se acercó a pedirles una foto o una selfie. Solo se incorporaron un trompetista y un trombonista que tocaron El negro José, que causó malestar en el equipo de logística de Meade.
—Ellos no estaban en el plan, ¿quién los dejó entrar? —reclamó uno.
—Pues se incorporaron, brother, qué le hacemos —justificó otro.
Al ingresar al inmueble, operado por la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), todo fue júbilo y porras para los abanderados priistas. Cada uno tomó su posición: Arriola en la cancha y Meade en la fila de honor, junto con su esposa, Juana Cuevas, y de Enrique Ochoa y de Aurelio Nuño.
El sonido de la pelota de jai alai y el zumbido de la cesta de Arriola marcaron los primeros puntos, pero la dupla de Martínez e Inclán —los azules— avanzó con mayor contundencia y ya no perdió la delantera. El encuentro se pactó a 30 puntos.
Durante el partido las porras para el abanderado del PRI a la gubernatura de Ciudad de México no se hicieron esperar; Arriola levantó el pulgar en varias ocasiones para agradecer el apoyo. En la cancha sus adversarios no aflojaron el paso y los puntos siguieron cayendo.
Cuando el marcador estaba 29-27 a favor de los azules, el árbitro marcó dos faltas que le dieron dos puntos a los rojos, lo que motivó el enojo y la rechifla de los presentes.
“No les regales el partido, estaban jugando bien”, reclamó un espectador.
Al estar empatados y a un punto de la victoria, López no calculó bien la velocidad de la pelota y concedió el juego a los azules.
Al terminar, Arriola se quitó la playera ante las mujeres croquistas, quienes le silbaron y le mandaron besos.
Tras la derrota, el abanderado a la Jefatura de Gobierno local decidió jugar otro partido, esta vez contra Mancera, al asegurar que la reapertura del Palacio de la Pelota fue obra de la CROC y Meade, cuando era secretario de Hacienda y no del gobierno de la capital.
El propio aspirante presidencial se adjudicó el logro y lo extendió hasta el líder sectorial: “Sin la CROC y sin Isaías González no habría
jai alai en la capital”.
Meade reconoció la derrota de Arriola, y aunque “no hubo muchas porras a los rojos”, confió en que eso no les pasará el 1 de julio de 2018.
“Después del Palacio de la Pelota, vamos por el Palacio del Ayuntamiento; vamos caminando con Mikel Arriola, y de ahí ¡a Palacio Nacional!, donde ni azules ni amarillo y mucho menos morenos ganarán”.