Un pistolero ingresó a una iglesia y disparó en contra de dos feligreses; uno murió y otro quedó gravemente herido en Morelia, Michoacán.
Sigilosamente, el sicario entró a la parroquia y ubicó a las víctimas que rezaban en ese momento. Y fue entonces que, sin mediar palabra, accionó una arma de fuego de grueso calibre.
Las detonaciones, en el interior de la iglesia conocida como “El Ojito de Agua”, causaron que los fieles presentes entraran en pánico, mientras que el sicario huía de la escena del crimen lentamente tras haber cometido la agresión.
Después de algunos minutos llegó la policía a la colonia Javier Mina, donde se ubica la parroquia, para acordonar el lugar.
El cuerpo sin vida de un joven de 20 años fue trasladado al Servicio Médico Forense de Morelia y paralelamente, el herido por impacto de bala fue remitido a un hospital.
En tanto, la Fiscalía General del Estado de Michoacán inició las investigaciones para dar con el paradero del homicida.
ledz