Ante la denuncia de falta de respuesta del Instituto Nacional de Migración (INM) sobre los autobuses solicitados para avanzar de manera rápida y segura hacia la Ciudad de México —donde más de mil 500 migrantes buscan obtener una cita en la plataforma CBP One—, esta madrugada decidieron abandonar la ruta hacia Veracruz y dirigirse a la capital oaxaqueña.
Su objetivo final es llegar a Estados Unidos.
Miguel Ocampo, dirigente de la caravana migrante, explicó a MILENIO: “Desde que ingresamos al estado de Oaxaca le pedimos apoyo a Migración, pero no hemos tenido respuesta. Vamos a Oaxaca mañana a las 3:00 horas”.
Asegura que la ruta del Istmo hacia la capital oaxaqueña es una de las más complicadas e inseguras.
Son poco más de 270 kilómetros caracterizados por curvas peligrosas y un alto flujo de vehículos de carga pesada, lo que representa un riesgo para la integridad física de los migrantes.
“Sí da temor, pero al final hay que arriesgarse para obtener muchas cosas en la vida. Estamos arriesgando nuestra vida completamente, pero aquí vamos poco a poco. Sé que lo vamos a lograr”, comentó uno de los integrantes de la caravana.
Consciente de las estrategias del INM para desarticular caravanas antes de llegar a la ciudad de Oaxaca, el representante del grupo aseguró que no caerán en engaños y lamentó la falta de apoyo de las autoridades de derechos humanos durante su recorrido.
“Yo hablo por todo mi grupo de familias que tenemos aquí. No creo que vayamos a caer en el mismo juego en el que han caído otras caravanas. Nos hemos mantenido firmes y aquí seguimos”, afirmó Ocampo.
La caravana es consciente de que el tiempo juega en su contra. Por ello, buscan llegar a la frontera norte del país antes de enero para ingresar a Estados Unidos, anticipándose a la toma de posesión de Donald Trump.
MO