Cuatro días han pasado desde que la primera Caravana de Migrantes llegó al municipio de Piedras Negras, donde los tres niveles de gobierno establecieron una estrategias para el resguardo de mil 500 personas.
En la colonia La Torres ubicada al sur de la cuidad, un albergue fue adecuado desde el fin de semana, donde los menores, jóvenes y adultos reciben alimento, atención médica y orientación de las autoridades migratorias.
Este martes el gobernador Miguel Ángel Riquelme, acompañado de José María Frausto Siller, secretario de gobierno y el secretario de Seguridad José Luis Pliego Corona, acudieron a visitar a las familias que entraron en un periodo de espera para trámites migratorios con el gobierno de Estados Unidos, para solicitar y ver si se les autoriza una visa por asilo político.
“Lo que buscamos se los dije desde ayer es prestar la ayuda humanitaria, no está en nuestras manos el objetivo que ellos persiguen y tampoco lo estamos promoviendo”, señaló.
Para el gobierno de Coahuila, no se trata de de tenerlos detenidos sino de atender un llamado al tema humanitario, para el cual se han sumados esfuerzos al no existir presupuesto para estos casos.
La medida según el gobierna de Coahuila, es para evitar un caos entre la población al transitar personas sin ningún rumbo fijo.
Johana Chica Vanegas de origen hondureño, cruzó junto a su pequeño hijo la frontera hacia México, pero hace once años llegó a Tamaulipas donde decidió salir por la violencia y entrar en este grupo de mil 500 almas al sueño americano.
En este mismo caso está Alberto Cepeda también de Honduras, pero quien sí emprendió la travesía por México en una de las caravanas grandes.
Vigilancia permanente
Policías Militares, Federales y de Fuerza Coahuila, están tanto afuera y dentro del albergue, debido a que en cuatro días los migrantes han buscado salir y entrar la frontera por diversos métodos.
Uno de ellos ha sido en contenedores de basura.