Alrededor de 100 migrantes se negaron a abandonar la noche de este jueves el campamento que instalaron desde hace dos meses en el parque Santo Domingo localizado en el centro de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, pues aseguraron que no tienen a dónde ir.
Fue cerca de las 18 horas que unos 20 policías estatales y 10 agentes arribaron a la zona centro de la ciudad, de manera pacífica se reunieron con las personas en tránsito para ofrecerles el traslado a un albergue propiedad del gobierno del estado en Berriozábal, sin embargo, no accedieron debido a que se quedarían incomunicados y ahora están a la espera de la confirmación de la cita en la App CBP ONE.
En entrevista, Elias Erickson Ramón de nacionalidad venezolana, aseguró que prefiere estar en la calle que en los albergues a donde las autoridades migratorias los quieren enviar, "estuve en un albergue en Tapachula y yo no vuelvo a quedarme en uno porque hay más droga adentro que afuera”.
El extranjero quien viaja con su esposa e hijo, pidió a las autoridades habilitar espacios adecuados, pues muchos de ellos están de paso, pero están dispuestos a responder cualquier tipo de agresiones.
"Que dicen que van a venir los militares y los Guardias y vamos a perder todo, yo le dije sabe que perdí desde que salí de mi país y no me importa perder eso y si me llegan a faltar el respeto a pegarme, por mi madre que yo les voy a regresar el cornazo y nos vamos a matar porque no me voy a mover de acá", advirtió.
Eli de Rojas también migrante de Venezuela, afirmó que desde hace unas semanas consiguió un empleo temporal en una tortillería para poder ahorrar y así continuar con su viaje a los Estados Unidos acompañada de sus tres hijos menores de edad.
"Por lo menos aquí nos vemos entre familia y puede dejar uno a los niños, ir a trabajar venir, pero allá en el albergue no es posible (...) nosotros con la cita del CBP One diariamente se tiene que pedir la cita y si no verificó pierdo el chance y es irrevocable, si se pierde se pierde", puntualizó.
Hasta las 10 de la noche los migrantes continuaban con sus casas de campaña instaladas y con resistencia a moverse, mientras que una familia con un bebé recién nacido se entregó a los agentes de migración, quienes los trasladados al albergue localizado en el municipio de Berriozábal, a unos 28 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.