A pesar de las bajas temperaturas que se registran en Ciudad Juárez, Chihuahua, los migrantes venezolanos siguen en situación de calle. Han establecido en un campamento improvisado junto a las instalaciones del Centro de Atención Integral al Migrante (CAIM) que opera el Consejo Estatal de Población (Coespo) y frente al Río Bravo, que divide Juárez con El Paso, Texas.
Desde hace unos días, las personas migrantes empezaron a tender cobertores que ataron a palos para formar techos, en el piso pusieron otras cobijas y también colocaron casas de campaña, buscando mitigar el frío que se deja sentir principalmente en las noches.
Debido a la lluvia que se ha dejado sentir por las mañanas, las familias migrantes se han movido unos metros, debajo del puente internacional Paso del Norte, que está a un lado del CAIM. Entre el grupo hay niños y bebés.
De acuerdo con datos oficiales, hasta ayer domingo el gobierno de Estados Unidos había retornado a México, por la frontera de Juárez, a mil 825 migrantes venezolanos.
A la frontera de Juárez también empezaron a llegar venezolanos del interior de la República, con la intención de cruzar a Estados Unidos, pero no lo han hecho debido a la modificación de la política migratoria de ese país, que a partir del 12 de octubre determinó expulsar a México a los venezolanos que ingresen ilegalmente y permitir la entrada de hasta 24 mil venezolanos que hagan su trámite vía internet, que entre por avión y tenga un patrocinador en Estados Unidos.
Bajas temperaturas
Temprano, en Ciudad Juárez, Chihuahua, el termómetro marcó 8 grados centígrados y se presentó lluvia.
El director de Protección Civil Municipal, Roberto Briones Mota, informó que desde el pasado fin de semana en la región se presenta el frente frío número 5, que trae lluvia y fuertes vientos, con velocidad 27 a 47 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 60 kilómetros aunado a la precipitación pluvial.
El director de Derechos Humanos del gobierno municipal, Santiago González, informó que en el espacio humanitario que se abrió hace unos días –Casa Omni– hay 240 venezolanos y el resto de la población migrante de ese país no ha aceptado ir a ese espacio.
“No quieren moverse, ellos saben de este espacio, se les ha explicado y están frente a las oficinas de Coespo, es decir, saben del lugar”, dijo González.
En entrevista, los migrantes han señalado que prefieren permanecer junto al puente internacional por si el gobierno de Estados Unidos modifica su política migratoria y les permite entrar para un asilo político, para enterarse de inmediato, y también se niegan a ir al espacio humanitario por miedo a que se trate de un engaño.
DMZ