La vida de Jesús David, cambió desde el pasado viernes en que unamina de Coahuila se inundó y dejó atrapados a siete mineros. Este hombre fue el héroe de 11 personas a los que logró sacar en menos de diez minutos.
“Aproximadamente en diez minutos estaba llena la mina ya. En ese rato no sientes nada no sientes miedo, lo que quieres es salvar a tu gente”.
“Muy triste ¿veda? Ahí se quedó un hermano mío, un primo también. Somos mineros, es lo que sabemos hacer.”
Con 31 años de experiencia en la minería de carbón, fueron suficientes para que Jesús David Rodríguez Ríos de 55 años, lograra sacar con vida a 11 mineros en menos de diez minutos en que la mina que se inundó en “Micarán” en la comunidad de “Rancherías” en Múzquiz, Coahuila.
“Éramos todos una familia”, con lágrimas en los ojos, este hombre dijo sentir impotencia al no lograr sacará a los otros siete trabajadores que quedaron atrapados, sin embargo dará todo lo mejor de sí para sacar del fango a dos de sus primos.
A seis días de lo ocurrido, el reloj marcó las dos de la tarde con tres minutos, tiempo de iniciar la jornada regular en la mina, sin embargo hasta hace una semana ingresar a ese lugar era para ganar dinero; ahora será para sacar de adentro los cuerpos de dos de sus “hermanos”.
“Se me vino el agua, acá se las minas viejas, nomas alcancé a sacar una mina, que fueron once persona las que saqué, las otras era imposible por que nos dividía el agua a mi y a la gente que traía en otra mina”.
Portando sólo una bolsa de tela en la que van el par de botas, su casco y lámpara, Jesús salió de su domicilio seguido de un “Dios los cuide” en voz de su esposa y camino por la calle empedrada hasta llegar a la mina donde dijo estará a la orden para sacar a Leopoldo y Quinto Moreno.
“Vamos palla, vamos a ver en qué podemos ayudar parece ser que ya no nos dejan bajar por el olor”.
Jesús, ha atravesado por dos accidentes más que el que ocurrió el pasado viernes, detalla que rompió con el paradigma “la tercera es la vencida” y por ende tomará una decisión de su destino.
“No pues a ver qué pasa ahora si verdad, ya vamos a pensarla bien a ver qué vamos hacer por qué necesitamos otra fuente de empleo para nosotros”.
Aún que no pudo hacer nada por los siete mineros, este hombre aseguró estar tranquilo por haber salvado once vidas.
CALE