El caso de Miriam Rodríguez, la activista que fue asesinada frente a su casa en San Fernando, Tamaulipas, no es el primero que se presenta en el país; en 2010 Marisela Escobedo fue ejecutada frente al palacio de gobierno de Chihuahua.
Miriam, al igual que Marisela, buscó a su hija desaparecida y tras dos años de investigación logró además de enterrar los restos de Karen Alejandra, poner a los implicados en el crimen en un penal estatal.
Miriam murió camino al hospital luego de que un hombre le disparara la noche del miércoles.
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En el Día de las Madres, familiares de desaparecidos marcharon en varios estados del país para exigir justicia y apoyo; sin embargo, Miriam no pudo marchar en esta ocasión por una lesión en la pierna, pero desde la desaparición de su hija en 2012 se sumó a los grupos de familiares con desaparecidos.
El mes pasado Miriam participó en la caravana Contra el Miedo que recorrió las ciudades de McAllen y Brownsville, Texas, y constantemente se reunía con familiares de desaparecidos para apoyarlos en su búsqueda.
En 2012, un grupo delincuencial secuestró a Karen Alejandra, tras lo que Miriam emprendió su propia búsqueda. Le tomó dos años encontrar los restos de su hija, localizados en una fosa clandestina de San Fernando.
Además, sus investigaciones llevaron a la detención de nueve personas que actualmente se encuentran procesadas, siete hombres y dos mujeres, una de ellas menor de edad.
Aunque Miriam logró encontrar los restos de su hija, lo que miles de familias anhelan, no dejó de acompañar a familiares de desaparecidos.
En San Fernando impulsó la creación de un colectivo de familiares de desaparecidos y participaba en las mesas de trabajo con autoridades locales, federales e incluso con instancias internacionales que pudieran sumar a la lucha que compartía.
El 23 de marzo se dio a conocer una fuga masiva de reos del penal de Ciudad Victoria, Tamaulipas, entre los 29 internos evadidos se encontraban dos de los participantes del secuestro y homicidio de Karen Alejandra.
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Enrique Yoel Rubio y José Antonio Acebedo fueron recapturados pocas horas después, pero la activista tamaulipeca decidió solicitar protección a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
Integrantes de la Comunidad Ciudadana en Búsqueda de Desaparecidos en Tamaulipas narran en entrevista con MILENIO que Miriam manifestó todo el tiempo que se sentía insegura, incluso antes de la fuga.
Tras siete años de activismo con familiares de desaparecidos Miriam Rodríguez fue baleada en la puerta de su casa.
Según la investigación de la Procuraduría de Tamaulipas, un pistolero le disparó frente a su domicilio.
Distintas instancias federales y organizaciones han manifestado indignación tras los hechos, la ONU dijo que “el asesinato fue cometido el día de las madres, fecha que en últimos años se ha convertido en un emblema del reclamo de justicia y visibilización de la lucha que llevan a cabo las familias de personas desaparecidas, lo cual le provee de un simbolismo aún más escalofriante”.
nerc