Monumentos de Torreón y su lucha contra el olvido

Tanto la Cabeza de Morelos como la figura de Hidalgo, han sido testigos del crecimiento de la ciudad y son parte de la identidad lagunera.

El monumento a Miguel Hidalgo y Costilla fue inaugurado el 16 de septiembre de 1956; mide 3 metros de altura. (Mauricio Román)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila /

Auténticas piezas de arte a plena calle representan los monumentos a la Independencia de México de 1810 en Torreón, tanto por su valor histórico como arquitectónico, resultado del nacionalismo que imperaba a mediados del siglo XX en el país. 

Se trata de la escultura de tres toneladas de peso de la Cabeza de José María Morelos y Pavón, así como el monumento a Miguel Hidalgo y Costilla, que cuenta con un mural, un obelisco y la escultura del insurgente Hidalgo que se caracteriza por estar encadenado.

“Durante los años cincuentas y sesentas el nacionalismo mexicano era el pan de cada día, donde el estado mexicano promueve una serie de obras, libros y monumentos bajo un sello netamente nacionalista. Se buscó establecer una historia nacional oficial y una serie de eventos cívicos repetitivos”, comparte el historiador y director del Archivo Municipal, Carlos Castañón Cuadros.

Cabeza de Morelos

El monumento, Cabeza de Morelos, es una escultura que desde su llegada a Torreón en el año 1961, ha tenido varias sedes que la recibieron por lapsos de tiempo hasta ser instalada al interior del Bosque Venustiano Carranza.

De acuerdo con el historiador municipal, la pieza fue enviada por el gobierno federal a cargo de la Secretaría del Patrimonio Nacional, para ser colocada sobre la avenida Morelos en la explanada del Palacio Federal frente al hemiciclo a Juárez.

Fue inaugurada oficialmente el 22 de diciembre de 1962 y contaba con una placa firmada por el entonces presidente de México, Adolfo López Mateos. 

Para el año del 68 la cabeza cambió de sede y se colocó en una escuela, ya extinta, ubicada sobre la calle Madero frente al Sanatorio. En el patio de la institución permaneció hasta principios de los años setentas que se mandó instalar a las faldas del Cerro de la Cruz, al poniente de la ciudad sobre la avenida Morelos.

Allí la escultura sufrió, al paso de los años, los estragos del tiempo, de la falta de mantenimiento, de la basura y de actos vandálicos. Incluso hasta llegó a ser blanco de la delincuencia organizada a partir del 2010, cuando aparecieron mensajes y cuerpos sin vida sobre la base de este monumento.

Finalmente, a semanas de terminar el año 2014 el cabildo de Torreón aprobó el cambio de lugar de la Cabeza de Morelos al interior del Bosque Venustiano Carranza, sitio en el que permanece a la altura de la misma avenida Morelos.

Monumento a Miguel Hidalgo

El monumento a Hidalgo encadenado es un conjunto artístico que reposa desde 1956 en la entrada de Torreón, sobre la calle Melchor Múzquiz y la matriz del bulevar Independencia. Está conformada por una fuente, plaza cívica, un mural, tres mástiles, un obelisco y la escultura del “Padre de la Patria”.

La obra que el artista plástico mexicano, Jorge Tovar, esculpió para reflejar la imagen de Miguel Hidalgo encadenado y con un semblante de ira, está acompañada de la emblemática pieza del muralista José Chávez Morado, bajo la técnica del mosaico bizantino.

Los años no han sido en vano para uno de los pocos monumentos dedicados a la Independencia de 1810, ya que el vandalismo y las condiciones climáticas de la región han carcomido poco a poco la escultura y algunas piezas de mosaicos, a pesar de haber sido restaurados a mediados de 2010.

“El mural se envió por partes a La Laguna y acá fue instalado e inaugurado un 16 de septiembre de 1956. Con ese conjunto artístico arranca la urbanización del bulevar Independencia. Es una pieza de arte extraordinaria de arte en plena calle”, añadió.

CALE

LAS MÁS VISTAS