Esta mañana la dramaturga Martha Eugenia Chávez, compañera de vida del cantautor lagunero Armando Martínez “Cuty”, confirmó el fallecimiento de este artista que hasta el último aliento, pugnó por la defensa de los derechos de los compositores y al mismo tiempo formó generaciones de músicos en la región.
“Hoy nos vamos a ver, acabo de publicar un flyer del sitio donde vamos a hacer una reunión con sus cenizas, como así lo dispuso él. Quería una reunión no convencional, algo como a él siempre le gustó, una reunión entre amigos con música, y vamos a estar en un jardín, es un jardín me parece y los esperamos allí para que nos acompañen a platicar, cantar, beber, no sé, la idea es estar juntos y acompañarnos”.
Aunque evidentemente triste por la partida de su pareja, Martha cumpliendo con una de sus disposiciones, estableció que con este encuentro se celebrará la vida de Armando Martínez.
Será a partir de la cuatro de la tarde cuando la familia y amigos podrán llegar a la finca ubicada en García Carrillo 259 sur, en tanto que se realizará un encuentro religioso un par de horas después.
Su testamento artístico
'Memorias de libertad' fue el último disco que presentó y en entrevista para MILENIO, “Cuty” afirmó que su mano derecha en la producción fue su hijo, Francisco Martínez, contando además con el apoyo de amigos como Víctor Cruz y Jackie Centeno en los coros. Daniel Román y Guillermo Santillana, completaron el equipo, con el cual trabajó durante los últimos años de su vida.
En este álbum de 9 canciones exhibió la violencia a que ha sido sometida la población en Coahuila y en particular, de la Comarca Lagunera, zona que comparte la entidad con Durango, donde la desaparición de Fanny Sánchez Viesca así como la cientos de personas, derivó en la organización social. “Cuty” decidió entonces rendir homenaje a las buscadoras.
Asimismo, se recuerda el espectáculo Vientos del Norte, donde el tratamiento musical exploró géneros y estilos norteños, en tanto que las letras abordaron la forma del corrido noticioso y microrrelatos donde se invitó a la reflexión en torno a violencias como el feminicidio y la discriminación social.
Armando Martínez Morales inició su trabajo como compositor desde el año 1977, creando un sinnúmero de canciones, música para teatro, danza y documentales. Fue fundador, director y maestro de la Carrera Técnica en Música del Centro de Educación Musical, A.C. En el último tiempo de su vida, colaboró con el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón con su proyecto Orquesta de Guitarras.
Le dicen adiós
More Barret, directora del Teatro Nazas, afirmó: “Con Cuty se va una parte importante de la lucha de los cantautores de La Laguna. El representa a un grupo de autores de música que además son intérpretes de su propia música. Todo el tiempo luchó por el reconocimiento de los compositores, porque todo mundo registrara su obra, y esa es una de las muchas aportaciones que hizo, sin dejar de lado que toda la vida formó nuevos músicos, fueran niños, jóvenes o adultos porque podía ser muy académico o muy popular y esa era una de sus grandes cualidades”.
Por su parte el músico Raúl Jáquez mencionó que tuvo el gusto de conocerlo a finales de la década de los ochenta y con el paso de los años pudo percibir en el artista a un padre amoroso, por lo que lo consideró como el mejor de los ejemplos, en tanto que en términos sociales lo destacó por ser un defensor ante las injusticias, desde donde estuviera.
“Trabajamos un chorro y vivimos muchas cosas por mucho tiempo, a diario, durante muchos años. Formó muchas generaciones a nivel escolar, y lo digo porque también fue profesor de escuela, pero también maestro extracurricular y en las academias que tuvo. Él inició el proyecto de la escuela Santa Cecilia y luego el Cinart, que inició con Jaime Hinojosa”, dijo el músico quien también acotó que, a pesar de que no ganó todas sus batallas, siempre fue congruente.
Raúl Jáquez destacó además la generosidad de Armando Martínez quien dijo, no sólo le permitió un tiempo vivir en su casa, sino que también le permitió ser su amigo de aventuras diarias y tocar junto a él de lunes a domingo en el Café de Arjuna, en el bar Ciriaco, en la Alianza Francesa de Torreón, fuera música original al tiempo en que crearon un público para ello, o covers con canciones latinoamericanas o de cantantes como Bob Dylan o Joaquín Sabina.
Daniel Román, compositor, también le dio la despedida a su amigo, a quien conoció en el Centro de Educación Musical A.C. (CEMAC) cuando él tenía 16 años. Lo recordó como su maestro de Entrenamiento Auditivo. Aunque Román tuvo dudas de seguir en el discurso musical, “Cuty” lo impulsó a seguir su vocación por lo que se mudó a Monterrey para continuar con estudios profesionales.
“La noticia me tiene consternado, con Billy Santillana los ensayos duraban todo el día en la casa del maestro Armando, podía iniciar a las tres y terminar a las ocho de la noche. Tuve el privilegio de contar con sus enseñanzas, compartir el escenario, incluso en Guanajuato en el Festival Cervantino y dar clases junto a él. Pero él fue el que me impulsó a encontrar mi estilo, encontrar el camino. Fue uno de mis mejores amigos y no supo el significado que tiene en mi vida. Aún me daba clase porque siempre fue sorprendente”.
Con una red amplia de amigos, también convivió con artistas visuales. Es el caricaturista y pintor Eduardo “Guayo” Valenzuela, quien lo reconoce como un activista natural: “Cuando los Zetas se apoderaron de la región, el gobierno del estado nos abandonó y Calderón no nos peleaba, por ser daños colaterales.
“Así que hicimos un grupo de músicos, escritores, artistas visuales y sociedad civil, el proyecto se llamó "Artistas por la paz" dónde presentamos un evento en el Teatro Nazas con la idea de visualizar al exterior del país, las masacres que estábamos viviendo la región. Las juntas, pláticas y discusiones fueron en casa de Cuty. A pesar del terror que nos inundaba, de este proyecto hubo unas 2 presentaciones. Cuty fue parte importante en este proyecto comunitario y de resistencia”.
EGO