Este jueves murió el padre Mario Campos Hernández por covid-19, quien atendía la parroquia de Xalpatlahuac, en la región de la Montaña, pero se le atendía en el hospital general Raymundo Abarca Alarcón, en la capital del estado.
La muerte del sacerdote, que fue vinculado a la autodefensa armada de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y también participó en la consolidación de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), fue confirmada por la Diócesis de Tlapa.
“La Diócesis de Tlapa, con profundo sentir, eleva sus oraciones por el eterno descanso del padre Mario, quien ha partido hacia la Casa del Padre. Oremos por su eterno descanso”, señala la esquela colocada en redes sociales por las autoridades eclesiásticas.
El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (CDHM), Abel Barrera Hernández, lamentó el deceso que se registró durante la madrugada.
La UPOEG, que dirige Bruno Placido Valerio, también colocó una esquela es sus redes sociales y reconoció que el trabajo del padre Mario no solo fue de carácter religioso, pues también ayudó en mucho a agilizar las gestiones de los pueblos indígenas de Guerrero, tanto en la Montaña como Costa Chica.
En 2014, el padre Mario Campos jugó un papel determinante para evitar la confrontación entre la CRAC y la UPOEG, cuando el movimiento de autodefensa armada de Bruno Placido se encontraba en proceso de extensión, desde la Costa Chica hacia la región Centro de Guerrero.
El padre Mario llamaba a la sociedad a mantenerse en sus casas, a utilizar cubrebocas y a tomar en serio el tema de la pandemia generada por el covid-19.
“Actuemos con responsabilidad, hacer oración a Dios no implica que no nos cuidemos, hay que cuidarnos y sobre todo en estos días que son los más peligrosos, los más difíciles”, señalaba en una misa ofrecida en Xalpatlahuac el 10 de mayo de 2020, la cual fue grabada y se encuentra colocada en su muro de Facebook.
ledz