Desde Piedras Negras, Ramón y Ana llegan a Torreón para dejar flores a su hermano

En febrero de este año se cumplieron 30 años de la muerte de Ramón Carrillo, fallecido a los 21 años de edad.

Panteón Municipal número 1 de Torreón. (Manuel Guadarrama)
Cecilia Aguilar
Torreón, Coahuila. /

El Panteón Municipal número 1 de Torreón, fundado en 1906, ubicado en la colonia La Rosita registró movimiento desde la hora en que fueron abiertas sus puertas a temprana hora, muchas personas acudieron a depositar flores a las tumbas de sus familiares e incluso, desde Piedras Negras llegaron a poner flores y música a su ser querido, sepultado en el año de 1991.

En febrero de este año se cumplieron 30 años de la muerte de Ramón Carrillo, fallecido a los 21 años de edad y son 26 años en los cuales, Juan Carlos Carrillo y su esposa Ana Patricia, vienen a Torreón el 1 de noviembre para dejarle flores. Cabe recordar que en este día es aún cuando se celebra el Día de Todos los Santos, una festividad religiosa en la que también se colocan ofrendas a los niños fallecidos, considerados inocentes.

Ellos son originarios de Torreón pero radican en Piedras Negras desde hace muchos años y formaron parte de las personas que adelantaron ayer la visita a los camposantos por muchas razones.

Este matrimonio desde el 31 de octubre inician su viaje a esta ciudad de Torreón para visitar la tumba de su hermano Ramón, lo cual han hecho invariablemente desde hace 26 años y así lo harán mientras tengan vida.

Luego de depositar flores a la tumba de él y ofrecerle las melodías que más le gustaban a su difunto, para lo cual llevaron a un grupo norteño, estarían partiendo de regreso a Piedras Negras para visitar la tumba de su padre.

Estaremos llegando a medianoche y ya luego de descansar toda la familia iremos a la tumba de mi padre”, expuso para luego decir que él fue quien le inculcó la tradición de no abandonar a sus difuntos.

“Nuestra creencia así como nos la inculcó mi padre, es que los tuvimos en vida y mientras no mueran en nuestro corazón, vivirán siempre, es una cultura que nos dejó y la seguiremos continuando mientras tengamos vida y salud”, expuso mientras los músicos entonaban la melodía Me Voy Me Voy de Hilario Carrillo, la cual le gustaba mucho a su familiar fallecido.

En el caso del profesor jubilado, Francisco Javier Lira López, quien dijo sentirse orgulloso de sus raíces y como varios de sus familiares reposan en otros cementerios, él en estos últimos años inicia el recorrido desde el primero de noviembre para llevarles flores y continuar con su cometido este 2 de noviembre. Además, también aprovecha, dijo, para llegar a la tumba del coronel Gregorio A. García, quien reposa en este lugar desde el 15 de julio de 1913.

En el exterior de este cementerio desde temprana hora fueron establecidos los puestos de flores

, los de diversas vendimias y adentro, las personas dedicadas a llevar aguadores, quienes se ofrecen a limpiar las tumbas y a pintar cruces, ya estaban ahí, contentos como dijo uno de ellos, ya que el año pasado no hubo oportunidad de llevar dinero a su casa.

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