A sus 74 años, Rosalina Chavería Quijano se animó a obtener su certificado de secundaria mientras lleva a cabo la actividades que desde hace más de dos décadas realiza, barrer el Centro de Monterrey.
En la Secretaría de Servicios Públicos de Monterrey se abrió la convocatoria para aquellos que dejaron inconclusos sus estudios de nivel básico y aunque lo pensó, la señora Rosalina decidió entrarle.
"Porque no había los medios para estudiar. Mi madre era sola ella, no había para estudiar, desde pequeña me puse a trabajar. Me motivó aprender más, tener mi certificado", comentó.
"Me decían (familiares) ¡ay! usted ya no va a aprender, los niños y mi esposo me decían no costea que ande estudiante eso, ya no la hace dije le voy a echar ganas a ver si la hago. Pa que vean que si la hice", dijo.
Este martes ocho trabajadores de la dependencia se graduaron, cuatro de primaria y cuatro de secundaria.
En esta dependencia conformada por 1,800 trabajadores, la mayoría barrenderos, uno de cuatro no terminó sus estudios por ello junto al Instituto Nacional de Educación de los Adultos (INEA) se implementó este programa para que todos pudieran obtener su certificado.
Entre ellos estaba también Laura Leticia Mejía Tovar de 49 años de edad, la motivación de ella fue darle un buen ejemplo a la más pequeña de sus hijas a concluir la preparatoria y por qué no, ayudar a sus nietas con sus tareas.
Ella es barrendera en el centro de Monterrey desde hace 13 años y está orgullosa de haber tomado la oportunidad.
"Es que nos avisaron que si queríamos y yo como nada mpas estudié la escuela y no se nada más, pues me animé y estudié el librito y pensé que no me iba a funcionar y al final me dijeron que sí", mencionó.
El festejo para los graduados se realizó en el Parque España, donde se juntó con los cumpleañeros del bimestre por lo que la música, regalos y comida no faltaron.
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