La mujer que fue víctima de un ataque con un artefacto explosivo que fue colocado bajo su camioneta la semana pasada en Saltillo, afirmó que ha solicitado a las autoridades que se le otorgue protección ante las constantes agresiones que ha sufrido desde hace cuatro años, y que recientemente se han intensificado.
La víctima señaló que desde que iniciaron las agresiones, no ha podido tener una vida tranquila, ya que al desconocer quien se encuentra detrás de estas acciones, teme constantemente que algo le pueda ocurrir.
Afirma que ha solicitado a las autoridades que se le coloque una patrulla al exterior de su domicilio, o en un punto cercano, a fin de que la presencia de las autoridades le permita conciliar el sueño y tener tranquilidad mientras descansa.
“Lo que yo quería es que si podían poner una patrulla de policía ahí donde yo vivo, porque yo en la noche no duermo, y pues si me ayudaran con una patrulla, que la pusieran ahí cerca, porque en las otras ocasiones en que me ha pasado algo, me habían dicho que iban a poner una caseta, pero yo nunca he visto nada”.
Cuatro años de amenazas y agresiones; no hay detenidos
La afectada, señaló que desde hace cuatro años enfrenta amenazas y agresiones, sin que a la fecha exista una persona a la cual se pueda identificar por estos hechos, entre los que destaca un atentado contra su casa o el incendio de otro vehículo.
“Han sido cosas materiales, pero yo no sé mañana que pueda ser”.
Ante las denuncias presentadas desde la semana anterior, las autoridades han respondido de forma favorable, de acuerdo a la afectada, que señala que los elementos ministeriales están investigando este último ataque y que este martes realizaron una serie de pruebas en el lugar donde se registró la explosión del artefacto el pasado jueves.
Sobre la situación que atraviesan desde hace cuatro años, indicó no tener sospecha de quien pueda estar detrás de estos ataques que le han robado la tranquilidad no solo a ella, sino a su familia, ya que el temor de una agresión les impide llevar su vida con normalidad, como el poder realizar su rutina diaria sin miedo, disfrutar de una festejo en casa o algo tan simple como dormir.
Ya no se esconden, actúan como si nada: víctima
“(Pido) Que no dejen que pase esto, o que el día de mañana venga mi esposo pero ya sin mí, que venga con mi cuerpo quemado o que pueda pasar algo mayor. Con esto vivo intranquila ya nada más pensando qué van a hacerme o qué sigue. Ya no vives igual”.
Entre lágrimas, señaló que el miedo no la deja tranquila, ya que quien busca agredirla, se acercó a plena luz del día a colocar el artefacto debajo de la camioneta.
“Si ya se atrevieron a ir a mi casa, si ya se atrevieron a venir aquí a la luz del día, ya no se esconden; ya no lo hacen en la noche, lo hacen a la hora en que ellos quieren. No es fácil porque ellos andan actuando como si nada y yo no puedo hacer nada, yo no tengo armas para defenderme”
Sgg.