La participación de los municipios metropolitanos en la prevención y el control de la calidad del aire que padece la ciudad, no solamente es mínima, sino que se ha reducido con el paso de los años.
Si hasta 2014 habían asumido la obligación de aportar 20 mil pesos al mes para la operación de cada estación de la red de monitoreo, en la actualidad, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) los ha relevado de esa carga, pues lo usual era que acumularan grandes pasivos en el tema. Solamente Guadalajara, el municipio central, daba la aportación, y no sin regateos y retrasos.
La agenda de cooperación necesaria para que se pueda afrontar las contingencias y los episodios de mala calidad del aire, que requiere aportar ciertos requisitos, tampoco es muy intensa: solamente Tlaquepaque ha entregado su plan de contingencias y su programa de acciones para la temporada invernal 2017-2018. Guadalajara y Tonalá sólo cumplieron parcialmente el primer requisito, mientras Zapopan lo hizo con el segundo. Tlajomulco y El Salto no cumplieron, de acuerdo a información oficial de la Semadet.
Tampoco ha resultado una solución, aunque se pretende que lo sea, la intervención del Instituto Metropolitano de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara, pues desde el 12 de diciembre de 2016 se realizó una reunión de trabajo en el contexto de la temporada invernal, cuando las bajas temperaturas y la baja intensidad del aire genera inversiones térmicas y los contaminantes ozono (O3) y partículas suspendidas menores a diez micras (PM10) provocan constantes episodios de contingencia ambiental.
De esa reunión emanaron nueve acuerdos en los cuales los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto y Tlajomulco debían entregar a la Semadet, documentos como las acciones que harían para afrontar las contingencias invernales, establecer contactos desde sus áreas de medio ambiente para coordinarse con la Semadet, compartir información para inventarios de fuentes fijas de contaminación, elaborar convenio de inspección para fuentes fijas, compartir la información integral de los polígonos de fragilidad ambiental, actualizar el polígono de alta fragilidad de Miravalle, determinar protocolos de entrega-recepción para el Plan de respuesta a emergencias y contingencias ambientales (Preca); compartir información para comunicación y discusión sobre la calidad del aire, y comunicar los temas periféricos discutidos en la mesa de ese día, a la Junta de Coordinación Metropolitana, conformada por los presidentes municipales y el gobernador del estado.
De estos nueve componentes, Tlaquepaque cumplió cuatro; Guadalajara, Zapopan y Tonalá, uno cada uno, y cinco acuerdos no fueron respondidos. Debió pasar un año para que el Imeplan retomara el tema, en reunión del 18 de diciembre de 2017.
"La agenda propuesta por el Imeplan no corresponde a nuevas ideas o planteamientos de trabajo entre dependencias estatales y municipales, sino que se señalan las actividades que la Semadet trabaja [...] por eso, para evitar esfuerzos dobles y burocratismo, la Semadet plantea la propuesta de invitar al Imeplan a sus sesiones de trabajo para evitar repetición de acuerdos; de este modo, esas mesas de trabajo podrían tener una mayor utilidad como seguimiento a la aplicación y actualización de programas de contingencia municipales, y la actualización de inventarios de emisiones que podrían abonar a la agenda metropolitana de forma más eficiente", dijo a MILENIO JALISCO la directora general de Planeación y Gestión Urbana de la Semadet, Adriana Rodríguez Villavicencio.
Claves
La problemática
17 días del año, todos con episodios de mala calidad del aire, es decir, arriba de 100 puntos imeca
La coordinación entre Semadet y ayuntamientos se supone existe, sin embargo, la información no llega o no genera efectos entre la población
La implementación de Respira en vez de Imeca, por parte del gobierno federal y estatal, es un camino para lograrlo
SRN