Pasado el escándalo por el suministro de heparina sódica contaminada en el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa a principios de marzo, cuatro meses después, los familiares de las víctimas continúan endeudados y sin que las autoridades les hayan dado respuesta.
Con ese panorama, continúan muriendo personas que recibieron el medicamento en mal estado, la semana pasada, el señor Belisario Muñoz sepultó en Reforma, Chiapas, a su esposa Isabel Cabrera, de 64 años, después de meses de agonía; y denunció en entrevista con MILENIO que, aunque tenía derecho a recibirlo, le fue negado el servicio de hemodiálisis subrogado por Pemex en la clínica Maya.
“Como estaba decaída nos negaron el servicio y nos dijeron que si seguía como estaba que ni la lleváramos porque no nos las iban a atender y fue cuando se le subieron las toxinas y dejó de comer, le checamos la presión aquí y me la lleve al hospital, aquí en Reforma y ya llegó muerta”, señaló.
Es la víctima mortal número 10. Su viudo, el electricista jubilado de Pemex petroquímica en Cactus, Chipas, Belisario Muñoz afirma que compartió su infancia en Tepetitán, Macuspana, con el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entonces pescaba robalos para que se vendieran en la tienda de la familia López Obrador, ahora, pide justicia porque no han atendido a los deudos del Hospital de Pemex, donde asegura que no hay ni paracetamol para los pacientes.
“La pandemia para Pemex fue lavarse las manos y dejar a nuestros familiares morir lentamente ¿por qué? Porque si se mueren le vamos a echar la culpa a la pandemia no a la heparina”, reclama su hija, Irma Muñoz.
A cuatro meses de la tragedia, siguen sin atención
Otros deudos han quedado sumidos en la depresión y enfrentan serios problemas económicos, luego de asumir la pérdida de sus seres queridos por una negligencia. Es el caso del señor Antonio, hijo de la señora Marina Sánchez, quien acusa impunidad y olvido por parte las autoridades de Pemex.
“Ahorita por el covid-19 se paró todo, no hay respuesta, no nos han dado ninguna solución, nosotros estamos empeñados con la muerte de mi madre. A mi papá le está doliendo mucho la muerte de mi mamá, pero como estaba acostumbrado a ella, le está costando demasiado; ya él se está volviendo alcohólico, se tiró a la perdición, pues le da sentimiento estar en la casa, ya no quiere llegar porque le duele mucho”, lamentó.
La pérdida de la señora Marina ocurrió a pesar de que sus familiares compraron su propia heparina sódica, sin embargo, el personal del Hospital Regional de Pemex en Villahermosa aplicó el medicamento que tenían en existencia. Ahora, la familia está con la zozobra de cómo pagarán una deuda de 70 mil pesos tras los gastos funerarios.
Los días 26 y 27 de febrero pasados, se suministró un medicamento contaminado a 67 pacientes en tratamiento de hemodiálisis, que dejaron nueve personas fallecidas, (reconocidas por Pemex), los familiares y las víctimas esperan que haya justicia, mientras que en el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa, únicamente se removió del cargo de director a José Luis Oramas, quien continúa trabajando en esa unidad de salud.
El pasado mes de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el caso está en manos de la Fiscalía General de la República (FGR) y hay presuntos responsables ubicados. Pero nadie ha informado sobre la investigación desde que inició la emergencia sanitaria por covid-19, lamentan los familiares de las víctimas.
ledz