Francisco Gómez Díaz, ha dedicado gran parte de su vida a estudiar y compartir hallazgos sobre las distintas especies del mar que visitan las aguas de Baja California Sur. Hace más de 20 años fundó el Museo de la Ballena y Ciencias del mar, un espacio donde se puede aprender, conocer y literalmente palpar los restos de todo tipo de ejemplares.
En compañía de sus hijas han realizado diversos trabajos de curación para exhibir delfines, ballenas, orcas, cachalotes, vaquitas marinas, tortugas y otras especies del mar. En la historia del museo se han invertido miles de horas para poder exhibir al público y la sociedad los esqueletos y restos de distintos ejemplares. De acuerdo a Paco el tiempo de curación varía según el tamaño del cetáceo.
"Podemos invertir entre cuatro y seis meses con un delfín, ósea son tallas pequeñas. En un organismo de tamaño mediano como una ballena gris o jorobada de 10, 12 o 14 metros al menos son mil horas de trabajo para la preparación de esos huesos. Organismos mucho más grandes como una ballena de aleta o ballena azul es de dos años como mínimo", dijo.
El taller de osteología ha logrado restaurar más de noventa ejemplares que se encuentran exhibidos no solamente en BCS, sino también en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de la exposición que lleva el nombre de Océanos y se encuentra disponible para la sociedad en el edificio C, planta baja del edificio Universum.
Asimismo, en el Pabellón Nacional de la biodiversidad, en el Museo de historia natural de la Ciudad de México, en las oficinas centrales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el museo de la Evolución en Puebla y muy pronto realizarán una colaboración con un museo que está a punto de culminar en Mazatlán, Sinaloa.
Pero, a todo esto ¿Cómo se logra la restauración de un ejemplar?
Todo inicia desde un varamiento de acuerdo a Jonathan Alejandro, Coordinador del taller de osteología. Existen dos tipos se trata de las especies vivas y las muertas, si es una especie viva que se encuentra lastimada se le brinda la atención y se traslada al centro de rescate ubicado en Pichilingue que pertenece a la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS).
En caso de que se trate de una especie muerta la red de varamientos que fundó Francisco Gómez y en la cual forman parte autoridades como Semarnat, Profepa, Uabcs, Cicimar y Cibnor, la trasladan al departamento de huesos e inician con el descarnado, trabajo que consiste en retirar la carne de los ejemplares hasta dejar solamente los huesos.
"Si son muy grandes es trabajar en campo, que sería en la playa, ir trayendo los huesos poco a poco aquí. Una vez que ya se realiza el descarnado se inicia con el proceso de desengrasado. Es precisamente quitarle toda la grasita al hueso, ahí es pura agua, jabón y sol, el jabón ayuda precisamente mucho a eliminar la grasa en la osamenta y el sol en el blanqueamiento. Luego sigue el proceso de la calcificación, este proceso le llamamos agua de horchata. Tenemos unas cuantas tinas con muchísima cal que ayuda a eliminar el mal olor y calcificar el hueso. Una vez que tiene una coloración como los esqueletos que tenemos ya es cuando se empieza ese enorme rompecabezas a pegar hueso por hueso, identificar las partes, hacer un inventario de cada esqueleto. Ahora sí que iniciar con el pegamento epóxico o hasta que se arme", reveló.
Para Francisco todo el conocimiento que logrado acumular durante años es fundamental transmitirlo a las nuevas generaciones de investigadores y biólogos, por ello mantiene una estrecha relación con las universidades a través de los jóvenes que realizan su servicio social en el museo.
Uno de sus casos más destacados es el de Jonathan Alejandro quien reveló a MILENIO que tiene más de ocho años en esta profesión, recuerda que inició un doce de marzo cuando realizaba su servicio social.
Aunque no lleva bitácora de cuantos esqueletos ha restaurado, colaboró y trabajó en equipo para que estudiantes, investigadores, niños, e incluso turistas nacionales e internacionales puedan conocer y aprender del mundo del mar.
"Un cachalote de 15 metros, ese en particular fue mi primera recuperación de un animal tan grande, porque siempre fueron delfines, lobos marinos, tortugas, pero ese en particular un juvenil de 15 metros fue uno de los trabajos más especiales. Tan solo en la recolecta tardamos alrededor de seis meses y ahorita sigue en un proceso de desengrasado. Esperemos próximamente tenerlo en exhibición que sería el tercer cachalote en exhibición en nuestro país", dijo.
Durante el desarrollo de este reportaje, MILENIO observó y documentó como un grupo de estudiantes de la carrera de Biología Marina de la UABCS, en su recorrido estaban retroalimentado sus conocimientos desde lo más básico, es decir el nombre de algunas especies, los lugares donde habitan y la diferencias que existe entre una y otra.
Paco ha logrado restaurar un esqueleto de una orca macho con una medida de siete metros de largo, siendo el primero en el país, en la actualidad existen dos, el segundo se trata de una hembra de cinco metros y que se encuentra en el Universum. Asimismo, se encuentra en la sede de La Paz un esqueleto de una ballena bebe gris, una mandíbula de un tiburón ballena, ambos son únicos en América latina.
Existen también otros más, una ballena azul que está recibiendo trabajos de restauración debido a que se ha deteriorado con el tiempo, en su momento fue el primero en América Latina, actualmente es único en el país. Un cachalote Pigmeo se ubica como uno de los más vistos por encontrarse completo, siendo que en otros museos suelen tener solamente partes como el cráneo.
La cereza en el pastel sería un cachalote bebe con un tamaño de cuatro metros y medio de largo que murió hace algunos años en la bahía de La Paz, al día de hoy se encuentra en el proceso de desengrasado, este ejemplar se tiene la especulación que podría ser el primero en exponerse en todo el continente, en otros museos se exhiben adultos o juveniles.
Del total de esqueletos restaurados se registran 95 en total, 45 en La Paz, Universum 20, Pabellón de la biodiversidad 2, el resto están distribuidos en las oficinas centrales de Semarnat, el museo nacional de Puebla y próximamente el nuevo museo de Mazatlán. Los mares y océanos de Baja California Sur han sido muy nobles y bondadosos con este proyecto que ha logrado dar trabajo y empleo a decenas de personas afines a la ecología y medio ambiente.
MO