El denominado Santísimo Nacimiento más grande del estado de Hidalgo, que se instala año con año para celebrar la Navidad y que suma más de 5 mil piezas -la mayoría elaboradas por una sola persona con material reciclado y reutilizado- cumplió 50 años de historia en el municipio de Tula de Allende.
Se trata de la obra de la señora María Espíndola Ramírez, quien personalmente se encarga de fabricar y colocar pieza por pieza en su domicilio ubicado en la colonia Jalpa, donde recibe a miles de personas durante el mes de diciembre, quienes asisten a disfrutar de este acto “de amor, fe, pero sobre todo agradecimiento a dios por todas las bondades que tiene durante mi vida”, explicó doña Mary, como le conocen en Tula.
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“Elaboro las piezas con material reciclable: hay casitas de tezontle, madera, tepojal, cartón, y coco. Crece conforme crece la familia porque le agrego una casita al nacimiento representando a cada uno de los miembros que se van integrando, así que si se casa un nieto o un sobrino le pongo también la representación de su casa y familia”, dijo la señora Mary.
La autora de esta obra, única en su tipo, explicó que su trabajo ha sido admirado y reconocido por religiosos, artistas, políticos, y comunicadores provenientes de todas las regiones de la República Mexicana, así como por turistas y visitantes originarios de Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Canadá, España, Francia, y Alemania.
“Cumplió 50 años mi Santísimo Nacimiento. Empezó muy pequeñito con motivo de enseñarle a mis hijos la fe y que crecieran con la mentalidad de que debemos tener agradecimiento a dios. Son enseñanzas de fe que también me enseñaron mis padres, hacernos mejores personas, humanos, de sentimientos y agradecimiento a dios”, detalló en entrevista la señora Espíndola.
Agregó que la instalación de la representación del nacimiento “es mi alimento espiritual, pues pongo en cada piedrita, hierbita, ramita, o figura un algo que me despierta amor, y gratitud, sobre todo la Sagrada Familia que está en medio que es la parte principal, puesto que estamos en tiempo de adviento, estamos esperando el glorioso nacimiento del niño dios”.
A lo largo de medio siglo de historia, el Nacimiento más grande del estado de Hidalgo “ha sido visitado por diputados, senadores, presidentes municipales, reporteros, pero aquí no hay distinción, aquí todos son especiales, porque creo que quienes visitan este santo nacimiento son personas de bien, personas de respeto. Yo también mutuamente hacia ellos les tengo cariño especial, el que me demuestran con su presencia en esta casa”, dijo Mary Espíndola.
Por su parte, Alberto Soto, uno de sus nietos, comentó que su abuela se encarga de toda la instalación, pero él ayuda a cargar las cosas pesadas, en tanto que se dijo orgulloso por la labor familiar, pues “por el tipo de sociedad en la que vivimos se pierde ese tipo de cosas, los chavos ya traen otro tipo de mentalidad, depende de la familia que se inculquen valores. Me gustaría inculcar estos valores a mis hijos”, manifestó.
Doña Raymunda Serrano Rebollar, quien conoce a Doña Mary Espíndola desde hace 52 años y ha visto todas las ediciones del nacimiento, dijo admirar a la autora “por su dedicación, paciencia y fe. A nosotros nos ayuda porque este nacimiento nos sirve de terapia, de que viene uno sin palabras a desahogar lo que uno por dentro tiene. Uno necesita esta paz.”, comentó.
Finalmente, Mary Espíndola Ramírez, invitó a la población a visitar el Santísimo Nacimiento, considerado el más grande del estado de Hidalgo, que está cumpliendo 50 años de tradición y se ubica en la casa marcada con el número 10 de la calle Teodomiro Manzano, en la colonia Jalpa de Tula, Hidalgo.
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HCM