La Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) debe realizar muestras puntuales que determinen si realmente existen metales pesados en el sargazo que llega a Quinta Roo, pues no se puede dar por hecho esta afirmación con pruebas preliminares, aseguró Alfredo Arellano, secretario de Medio Ambiente estatal.
“Desconozco la investigación, pero lo que entiendo es que en un primer análisis se detectan algunos metales pesados, y ante eso no podemos determinar que ésta sea una constante. Para tener una afirmación de la permanencia del metal se requieren muchas muestras puntales y de diferentes zonas, es decir, las mayores evidencias posibles”, explicó.
Ayer MILENIO publicó las declaraciones de Rosa Elisa Rodríguez, integrante de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales, en las que se alerta sobre la existencia de “graves niveles de arsénico y metales pesados, como el cadmio” en los dos tipos de sargazo que llegan a las playas del Caribe mexicano.
Ante estas declaraciones, Arellano invitó a que la unidad académica les presente los estudios de los que derivó esta afirmación y que establezca una estrategia de monitoreo que permita hacer un análisis “preciso y permanente del alga”, para saber si representa un riesgo.
Indicó que no desestiman las declaraciones de Rodríguez e inclusive apuntó que sirven para estar “alerta”; sin embargo, añadió que debe haber muestras suficientes del alga que llega a las costas antes de dar por hecho que el sargazo es “peligroso”.
“No las desestimo y creo que es un dato importante en el que hay que poner atención, pero no podemos afirmar que sea un valor constante, para eso tenemos que implementar un muestreo anual y de una prueba más significativa”, detalló.
Para el funcionario estatal la presencia de arsénico en el alga no es nueva, pues entre la gran variedad que existe hay algunas que sí tienen muestras de metales pesados, pero “en un nivel no riesgoso para la salud humana”, tanto así que aseguró son parte de la dieta diaria en países de Asia.
Añadió que con el trabajo que hace la UNAM, en coordinación con el Instituto Nacional de Nutrición y el Centro de Investigaciones Ecológicas Ecosur, de Miami, Florida, Estados Unidos, se da pie a que la investigación se amplíe. Por ello, la secretaría buscará impulsar a los centros de investigación para que se enfoquen en este tema y así obtener resultados más concluyentes.
Hizo un llamado para que cualquier empresario que quiera hacer uso alimenticio del alga cumpla con las normas y el protocolo establecidos.
“Antes de ser considerado para el consumo humano debe pesar por un análisis del sector salud, por ello hay que trabajar en conjunto con las instituciones de investigaciones que ayudan a determinar las cualidades y propiedades del sargazo”, puntualizó.
Pidió que de forma inmediata se le apueste al uso masivo del alga a través de la industria de la celulosa, el gas y la energía eléctrica.
Arellano invitó al encuentro del próximo 27 de junio en Cancún y en el cual participarán autoridades del Caribe para buscar una agenda común y enfrentar el problema del sargazo.
Y ADEMÁS
DECLARATORIA DE EMERGENCIA
Hace unos días el gobierno de Quintana Roo emitió una declaratoria de emergencia para las costas de los municipios de Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres, Benito Juárez (Cancún), Puerto Morelos, Cozumel, Solidaridad, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Othón P. Blanco, con el objetivo de acceder a fondos federales.
UN INMINENTE DESASTRE NATURAL
El gobierno de Quintana Roo señaló: “Nos encontramos ante un inminente desastre natural, identificado como fenómeno nacional perturbador de tipo sanitario ecológico, ya que el arribo y descomposición de grandes cantidades de sargazo debe atenderse bajo su doble perspectiva, garantizar la protección y el uso de un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, en consecuencia, el normal desarrollo de la salud humana”.