En las iglesias católicas se simboliza el nacimiento del niño Jesús con figuras alusivas a la fecha, como camellos, asnos, estrellas, regalos, etc., sin embargo, otras religiones no emplean este recurso, porque sus principios no se los permiten, según informó el párroco de la iglesia de Guadalupe en Lerdo, Luis Martín.
Sin embargo, también las iglesias Anglicana, católicas, protestantes y la Ortodoxa Rumana recuerdan el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre.
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Este día es recordado por otras iglesias ortodoxas el 7 de enero, porque mantienen el calendario juliano, a diferencia de los que utilizan el gregoriano.
Mientras los cristianos católicos asisten a los servicios religiosos, misas, del 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesucristo, los cristianos evangélicos celebran la Navidad con cultos, prédicas, alabanzas.
Religiones como la de los Testigos de Jehová, no celebran la Navidad por entender que la misma tuvo un origen pagano sin relación alguna con el nacimiento de Jesucristo.
Según Martín, para la mayoría de los cristianos, la fiesta del nacimiento de Jesús es la fiesta familiar por excelencia, que tiene la virtud de renovar en los corazones los deseos de felicidad y de paz.
La Navidad es, después de la Pascua, la fiesta más grande del calendario cristiano. Pero a diferencia de aquella, la Navidad es de carácter universal, que se celebra en el mundo entero, aún en los países no cristianos.
"Por nuestras latitudes, el armado del pesebre sigue ocupando un lugar de privilegio en muchos hogares", dijo.
La real importancia de la Navidad se da por el hecho en el que se fundamenta la fe cristiana: lo que se recuerda es el nacimiento del Hijo de Dios, quien por su amor a la humanidad lo entrega hecho hombre para redimir los pecados de la humanidad.
Los rituales paganos que se fueron agregando al correr de los años a la simbología de esta celebración religiosa (como el árbol de Navidad, la figura de Papá Noel trayendo obsequios a toda la familia, los adornos, las tarjetas de felicitación que se intercambian en estas fechas, entre otras cosas), aportan el factor pintoresco y divertido a la celebración, pero no responden su verdadera esencia.
Aunque no hay una fecha establecida, dado que la biblia no especifica realmente que el nacimiento de Jesús fue el día 25 del mes de diciembre e incluso, conforme a los estudios bíblicos, indica que fue en otra época, “los cristianos ese día celebramos el nacimiento del hijo de Dios, porque esa fecha fue establecida como un día de solemnidad y el emperador Constantino así lo dispuso, pero para nosotros significa dejar nacer a Jesús en nuestro corazón”, destacó Luis Duque, pastor de la Iglesia Centro Cristiano Shalom ubicada en Hidalgo entre Leandro Valle y 5 de Febrero, en Gómez Palacio Durango.
Dijo que como cristianos, todo lo centran en Jesucristo, “nosotros hacemos un culto, una reunión donde agradecemos todo lo que Dios nos ha dado, como dije al principio, no tenemos una fecha cierta de cuándo nació, pero nuestra iglesia se une al festejo que el mudo hace para celebrar su nacimiento”.
Expuso que cada quien se lleva la tarea de que durante la cena se dan las gracias a Dios, “donde el principal invitado es Jesucristo, estamos celebrando su cumpleaños, él vino a nacer a esta tierra para salvarnos”.
Expuso que lo que hacen es que sus familiares no se centren en que la Navidad es puro regalos, “no más bien es darle este sentido, que así como en el tiempo Jesucristo su madre estuvo buscando un lugar para nacer, ahora ese pesebre sea nuestro corazón, que él busca un corazón humilde para hacerlo”.
Dicen la escritura en el Salmo 51, que un corazón humilde y contrito no lo desprecia, pero obviamente él busca nacer en un corazón humilde y encontrar posada en este tiempo en donde en veces todos somos indiferentes y le cerramos la puerta pero él busca morar en la vida de cada uno de nosotros”.
Reflexiona en torno a la pandemia, que puso a la mayoría de la gente de rodillas, “solamente en ese tiempo nos acordamos de Jesús y no esperemos a que venga otra situación similar para para volver a recordarlo y acercarnos a él para pedirle su ayuda, sino aprovechemos ahora para reconciliarnos con él y vivir este tiempo que nos brinda para invitarlo a nuestro corazón y así en verdad, nuestra sociedad va a tener cambios importantes”.
aarp