Si bien ya fue autorizado el incremento del 12 por ciento al Salario Mínimo para el 2025, se requieren programas de incentivos que garanticen que las empresas tengan el respaldo financiero para dar cumplimiento a este compromiso.
Juan Antonio Pérez Lugo, secretario de la Asociación de Recursos Humanos de La Laguna (ARHLA), quien lamentó que al no estar sustentado en la productividad, este aumento no reflejará un verdadero poder adquisitivo entre los trabajadores.
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“Ya toca también que revisen todos los programas que generen productividad en las empresas; recuerdo en sexenios anteriores, por ejemplo, se implementaban programas de apoyo e incentivos a la tecnología, pero ahora no hay nada de eso y todo se lo dejan a la Iniciativa Privada”.
Refirió casos de países como Turquía en donde al sector marmolero el gobierno subsidia el transporte de mármol a Estados Unidos, con el objetivo de que los empresarios se dediquen solo a la producción. “Mientras que en México, el combustible es más caro, entre otras cargas impositivas, que cada vez se elevan más, sin apoyar realmente a la productividad del país, y esto es preocupante”.
Pérez Lugo insistió en que lo que se debe buscar en México es elevar la productividad, y que, al igual que pasa en otras regiones del mundo, los países se dedican a incentivar la generación de economía y de empleos.
“No se trata de únicamente estar aumentando el nivel salarial, que en apariencia ayuda al trabajador, pero si una empresa no está siendo productiva, subirá el precio de su producción, resultará 12% más caro el trabajador, se genera una tasa inflacionaria importante, y en el supermercado, el trabajador percibirá una mejor calidad de vida, ya que todo lo resultará más caro”, lamentó.
DAED