En Neza invirtieron millones en obra para agua potable... no hay una sola gota

Desde 2017, el municipio de Nezahualcóyotl dividió en dos etapas los trabajos de sustitución de la red de tuberías y contrató a dos empresas a las que pagó casi 25 millones de pesos.

Los vecinos de la colonia Juárez Pantitlán, en Nezahualcóyotl, sufren por la falta de agua potable. (Ariana Pérez)
Rafael Montes
Nezahualcóyotl /

La escena es frecuente, a toda hora, en la esquina de Porfirio Díaz y Oaxaca, en la colonia Juárez Pantitlán, en Nezahualcóyotl: gente que camina varias cuadras con todo tipo de botes, recipientes y garrafones, triciclos con tambos y niños que ayudan cargando las ollitas que pueden.

En esa esquina, al levantar una tapa, los vecinos encuentran una toma de agua potable de la que se llevan toda la que pueden. No, no es una llave, es casi un pozo. Tienen que meter una cubeta, una y otra vez, para sacar toda el agua que necesiten. En sus casas no cae ni gota.

Para ellos es frustrante y molesto porque llevan así más de un año, desde que el gobierno municipal, encabezado por Juan Hugo de la Rosa, cambió la red de agua potable de la colonia, una obra con un presupuesto de 25 millones de pesos que, paradójicamente, los dejó sin agua.

La sustitución de tuberías en todo el municipio es un proyecto de largo alcance, iniciado en 2016, y al que hasta la fecha, según dijo el presidente municipal -quien se encuentra en su segundo periodo al frente del ayuntamiento- a MILENIO, se han destinado más de 2 mil 200 millones de pesos.

"El sustituir una tubería, no garantiza necesariamente que vas a tener el agua", aseguró el funcionario, pues explicó que ésta depende de que haya suficiente flujo: 
"Nosotros debiéramos recibir más o menos 3 mil 200 litros por segundo y actualmente estamos recibiendo alrededor de 2 mil 400 litros por segundo".
Habitantes de Neza tienen que acarrear agua en botes. (Ariana Pérez)

Así, en plena pandemia de covid-19, la gente de esta colonia tiene que aglomerarse en esa esquina para obtener agua. Van sin cubrebocas, no hay sana distancia ni medidas de higiene.

"Todo mundo se queja. Puede salir a la calle y ver cómo todo mundo está acarreando agua. Hay una toma en la esquina, que es donde todo mundo va con sus cubetas, pero si están enfermos, ¡imagínese! Si están enfermos de covid, ¿qué pasa? Todo mundo acarrea, todo mundo trae, todo mundo lleva, ¿qué están generando? Dicen 'no agarres aquí porque te vas a llevar el virus para acá'. Dígame ¿cuál es la solución para este problema?", dice la señora Ana María Pérez, quien ante la escasez decidió abrir el patio de su casa y construir una cisterna para acumular el agua de las pipas que compra.

Nezahualcóyotl concluyó la semana pasada con 395 muertos por covid-19, según el gobierno federal; 150, según el gobierno del Estado de México, que lo coloca sólo por debajo de Ecatepec; y 2 mil 729 contagios de coronavirus. Una realidad que, sin agua, es más difícil de sobrellevar.

Wendy Escárcega, otra vecina, recuerda bien cuando se anunció el proyecto: "fue hace tres años, fue un proyecto muy nombrado, muy sonado, para el ayuntamiento, porque iba a representar un cambio importante para toda la población”.

Desde 2017, el municipio de Nezahualcóyotl dividió en dos etapas los trabajos de sustitución de la red de tuberías y contrató, mediante licitación pública nacional, a dos empresas, a las que pagó en total 24 millones 917 mil 638 pesos, con recursos del Programa de Fortalecimiento Financiero para Inversión “D” del Ramo 23 de la Secretaría de Hacienda.

Pese a la inversión de los recursos federales, la obra no resultó como se prometió. Antes de la obra, que consistió en cambiar toda la red antigua de agua potable, los vecinos no padecían de escasez. Quizás llegaba poca, pero llegaba. Ahora, nada. Para ellos, la obra les vino a afectar la vida.

Para los investigadores de Ethos, Laboratorio de Políticas Públicas, el proceso de licitación y ejecución de esa obra pública puede tener indicios de actos de corrupción.

"Hay muchas irregularidades e inconsistencias que nos hacen pensar que no fue un proceso competitivo, que no fue un proceso claro y que probablemente hay señales de corrupción", advirtió Dalia Toledo, coordinadora Anticorrupción de Ethos.

Hace un año se cambió la red de agua potable con un costo de 25 millones de pesos. (Ariana Pérez)


Licitación a modo

Entre las conclusiones del documento “Corrupción en el sector agua, ¿quién es responsable de la crisis”, elaborado por Ethos Laboratorio de Políticas Públicas en 2019, la organización civil apunta que "en México, la corrupción en el sector hídrico es preocupante pues se manifiesta de distintas formas en todas las etapas de la gestión del agua".

Una de esas etapas es el desarrollo de obras hídricas, en el que todo su ciclo “suele presentar irregularidades como la adjudicación directa de contratos, el sobreprecio y demora en la terminación de los proyectos” y afirma que “esta situación es consecuencia de los amplios espacios de discrecionalidad en la planeación y ejecución de las mismas”.

Toledo aseguró que en Nezahualcóyotl hay indicios de estas irregularidades.

La investigación de Ethos sobre las dos etapas del proceso de licitación de las obras en la colonia Juárez Pantitlán encontró al menos tres inconsistencias, sumadas al hecho de que pese a la ejecución de los recursos públicos, la obra, al final, no garantizó el abasto adecuado de agua.

"En ambas licitaciones, creemos que hubo una posible simulación porque al final, a pesar de que hubo más de tres ofertas, sólo se presentó a la lectura del fallo, la empresa ganadora", dijo Toledo.

La primera inconsistencia detectada es que en la primera etapa hubo tres concursantes registrados: dos empresas y una persona física. Sin embargo, a la junta de presentación de propuestas, las dos empresas no se presentaron y sólo acudió la persona física, David Marín López, quien, ante la ausencia de competidores, ganó el contrato por 12 millones 968 mil 803 pesos.

Ethos buscó a las otras dos empresas para conocer el motivo de su desistimiento. Sólo localizó a una, TAQ Sistemas Médicos, cuyo representante dijo que no estaba enterado de su registro en esa licitación, porque, además, su giro es la venta de equipos médicos, no obras hidráulicas.

Sin embargo, esas dos empresas que se desistieron en la primera etapa, concursaron para la segunda etapa, en la que ganó la empresa Ingeniería Industrial y Servicios Metropolitanos, que se llevó un contrato por 11 millones 948 mil 835 pesos.

La segunda inconsistencia detectada fue que, al momento de dictar el fallo en favor de esta empresa, no estaban presentes diferentes funcionarios estatales y municipales, como los representantes de las secretarías de Agua y de Finanzas del gobierno estatal, el representante del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de México, el contralor municipal, el tesorero municipal y el titular del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Odapas) de Nezahualcóyotl, institución que opera la red de agua que se estaba modernizando.

"Cuando es obra pública que te compete a tu ramo tendrías que asegurarte o dar tu validación de que se está dando un proceso claro y competitivo", dijo Toledo al considerar como una omisión grave la ausencia de, al menos, el titular de Odapas.

Toledo señaló que la fuente de financiamiento es otro foco rojo, pues inicialmente el recurso federal provendría del Programa de Desarrollo Regional del Ramo 23, un programa con lineamientos claros para la transparencia en el uso del dinero, pero después se firmó un convenio para que los proyectos se financiaran con el Programa de Fortalecimiento Financiero del mismo Ramo 23, un programa que ya no tiene esos lineamientos claros para seguir la ruta del dinero.

“Esto es muy común cuando hay obras que no cumplen con ciertos estándares, esto es lo que permite el Ramo 23, cambiar, decir, tal vez aquí no voy a tener una justificación técnica tan sólida; entonces, cambio de fuente de financiamiento para hacerlo con más facilidad”, explicó Toledo.

Que investigue ASF, dice presidente municipal

MILENIO consultó al presidente municipal Juan Hugo de la Rosa para pedirle aclaraciones sobre los señalamientos de Ethos, las cuales se resumen en tres afirmaciones: que la obra de sustitución de tuberías en todo el municipio no está concluida y por eso el agua no llega aún a todas las colonias, que así como se trabaja en la sustitución de tuberías para evitar fugas, también se labora en abrir tres nuevos pozos para garantizar el abasto, y que si existen indicios de corrupción, sean denunciados formalmente.

“Yo no soy quien fiscaliza, existen los órganos que realizan la fiscalización, en este caso, la Auditoría Superior de la Federación, porque son recursos federales los que se aplicaron en esta obra de la que se habla”, dijo De la Rosa.
“Si tienen algunos indicios reales de que hubiera algún tema de corrupción, sería importante que se presentaran ante las instancias correspondientes, para mí, eso es importante”, aseguró.

No obstante, el funcionario defendió el proceso y dijo que “estamos obligados a verificar la capacidad técnica y económica que las empresas tengan, de tal manera que la realización de los trabajos esté totalmente garantizada, de lo contrario, nosotros seríamos los responsables, incluso, de un posible resarcimiento si esto no se llevara de manera adecuada”.

La obra que el alcalde consideró debe auditarse, no garantizó agua a los vecinos de Neza (Ariana Pérez)

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