Arturo es un periodista y activista que se identifica en el género llamado “no binario” o también conocido como tercer género. Nació con el sexo masculino, su orientación sexual es ser gay y le gusta vestirse de mujer como drag queen al transformarse en Andrómeda Dugay, sin embargo, considera que su identidad de género no es ni hombre ni mujer.
“No me percibo ni totalmente masculino ni totalmente femenina. Yo soy una persona que se considera no binaria, algo que no tiene relación con mi orientación sexual, me gustan los hombres, pero no me identifico con lo masculino ni con lo femenino, sólo soy una persona libre, es una expresión diferente”, expresó.
“Yo llegué a pensar que no sabía ni qué era, decía que me gustaba vestirme de mujer, pero no quería ser mujer. Empecé a aceptarme como género no binario al investigar sobre el tema. Sé que a veces me siento bien con mi apariencia masculina pero también me encanta mi apariencia femenina, es algo que tengo que celebrar”.
El también organizador del proyecto Charlas sin Etiquetas, un espacio de diálogo e información con temas de diversidad sexual, inclusión y género, resalta que la desinformación sigue siendo el principal obstáculo a vencer para erradicar la discriminación que llegan a presentar por su identidad de género.
“El mayor enemigo para una sociedad es la desinformación, pues la gente tiende a juzgar, rechazar, discriminar o hasta agredir a una persona por el hecho de no cumplir con sus expectativas, sin embargo, estamos viviendo toda una revolución de género, ya nos visibilizamos más”, añadió Arturo Junior.
Representado por una bandera con los colores amarillo, blanco, morado y negro, el género no binario describe a una persona que no se percibe totalmente ni como hombre ni como mujer, sin importar su sexo o identidad de género. Por su parte, el binarismo de género o dualismo de género hace la simple referencia al hombre y a la mujer, por ende, las identidades de género de los no binarios se abstienen a inclinarse hacia un solo género.
Un fenómeno social
Edel Arzola Castañeda, médico con maestría en sexología clínica, señala la importancia de diferenciar los conceptos de sexo y género, para entender cómo evolucionan las diferentes formas de identidad, en lo que se ha convertido en todo un fenómeno social multifacético, dentro de lo que llaman una revolución de género.
Mientras que el sexo es asignado de manera biológica al nacer con determinado aparato reproductor, el género se extiende a parámetros sociales que se determinan según las actitudes, comportamientos y costumbres que una cultura asocia al sexo biológico de una persona.
“El género es un constructo social que etiqueta o encasilla a las personas, principalmente en dos categorías binarias que es lo masculino y femenino, es la expresión que se impone a las personas el comportamiento que debe tener de acuerdo a los genitales con los que nació”, explica el especialista.
En tanto, hay casos donde no hay una concordancia entre el sexo por asignación y la identidad de género, lo cual genera confusión de identidad, principalmente en la época adolescente.
“Hay quienes adoptan un género acorde a los genitales con los que nacieron y se identifican y se desarrollan en base a ello, pero hay también los que no están a gusto con lo que tienen y no se identifican con sus genitales, ni lo que debería hacer según lo establecido socialmente, hasta llegar a existir el rechazo por algún género”.
Explica que el género no binario nace cuando la persona no quiere estar encasillado como hombre ni como mujer o que, posiblemente, quiera transitar en ambos, es decir, “un día pueden decidir traer cabello largo, luego corto, otro día deciden usar labial o aretes, otro maquillado, pero no significará que se inclinen o se sientan de un solo género”.
El terapeuta Arzola Castañeda pone énfasis en que los no binarios pueden, o no, tener una identidad concordante con su género de identidad y género biológico, sin tener relación, necesariamente, con sus preferencias sexuales.
Al género no binario también es conocido como “genderqueer”, quienes gustan de tomar características particulares de cada género y satisfacer sus deseos de identidad. En ese contexto, hay diferentes identidades no binarias, entre los que destaca el llamado “género fluido”, donde la persona pasa por períodos de transición se identifica con un género y después en otro; así como el “bigénero”, una conducta en el que el individuo se identifica con dos géneros distintos, alterando su percepción de género.
¿Qué dudas presentan las personas con problemas de identidad de género?
Cecilia González Garay, psicoterapeuta con maestría en Educación Sexual, señala que prevalecen muchas dudas en sus pacientes, relacionadas con su identidad de género, esto debido a la falta de una educación sexual tanto en casa como en las escuelas.
“El origen de las dudas de identidad de género viene por la falta de educación sexual. Es muy difícil saber quién eres, si en tu concepción, en tu mente, en tu sistema de creencias, no existe un nombre para describirte. A mi consultorio acuden pacientes con muchas dudas sobre identidad y el simple hecho de escucharlos y explicarles algunos términos les ayuda a identificarse, ya sea como transexual, no binaria o un larguísimo etcétera”.
Recalcó que existen especialistas de psicoterapia con perspectiva de género comprometidos en su profesión para acompañarlos en sus dudas y que así, logren construir su identidad de género ante un mundo de etiquetas.
“Si bien las etiquetas nos ayudan a identificarnos y a ir construyendo una identidad, no lo son todo. Tú sigues siendo tú independientemente de tu sexo, tu género o posición social-económica, para eso existimos personas dedicadas a la psicoterapia con perspectiva de género, aclarando todos los cuestionamientos y se liguen a una identidad en general, incluyendo la de género”.
¿A qué obstáculos se enfrentan quienes deciden externar su identidad?
La también especialista en sexología clínica comparte que es una realidad el riesgo de discriminación y rechazo que persiste hacia la población que decide externar una identidad, que no va acorde a lo establecido social y moralmente.
“Es triste saber que las personas que deciden expresar su identidad están en riesgo, están en riesgo de ser señalados, juzgados y discriminados a nivel social, político, religioso y laboral, algo que impacta a nivel mental, emocional y físico, en algunos casos llegan a ser asesinados”.
Coincide en que la raíz de la discriminación es la ignorancia, por lo cual se ha visto mayor movimiento en lo relacionado con las actividades de la comunidad LGBT, en busca de que se reconozcan sus derechos como los de cualquier ciudadano.
¿Qué deben saber los padres cuando su hijo presenta actitudes diferentes a las establecidas socialmente?
En ese contexto, el especialista Edel Arzola Castañeda recalca que los padres deben involucrarse en las ideas que podría tener un hijo sobre sus preferencias e identidad, por lo que es recomendable acudir con un especialista que brinde información al respecto y resuelva todo tipo de dudas.
“Cuando tengo pacientes procuro tener una consulta completa con los padres, los cuales no tuvieron acceso a la información que tiene a la mano actualmente las nuevas generaciones, eso les genera mucha angustia”.
El terapeuta en sexualidad clínica pone a consideración que cuando un hijo confiesa sus gustos o preferencias, llega a presentarse un duelo en los padres.
“Para papá y para mamá es una angustia y un duelo cuando sus expectativas se derrumban, por ejemplo cuando el hijo confiesa que es homosexual, en los padres se cae la esperanza de tener un nieto o de vivir u a boda y conocer a su esposa, igual con las chicas lesbianas”, declara el sexólogo.
Es así como la diversidad de género puede llegar variedad de facetas y rostros, en una evolución de la comunidad LGBT+ que va de la mano con toda una revolución de género, en busca de visibilizar a los grupos que al paso del tiempo han sido blanco de discriminación y rechazo por expresar su identidad abiertamente.
CALE