El Observatorio de Educación de La Laguna se pronunció en torno al modelo educativo Nueva Escuela Mexicana y cuestionó su inclusión a fin de sexenio, además de que no toma referencias de los saldos de la pandemia por el covid.
"Toda aportación de un cambio de una curricula no debe ser pesada para la segunda, tercera o quinta parte de un sexenio. Lo están poniendo en el quinto año, ¿Para dónde vas?", declaró Armando Paredes, presidente del organismo.
Indicó que este nuevo modelo debería tomar en cuenta las aportaciones de los docentes tras la contingencia por la pandemia del coronavirus.
"Todo el sistema educativo se vio modificado en muchas cosas y los indicadores más fuertes eran las emociones de los estudiantes y la accesibilidad a la tecnología".
Afirmó que como está concebido el nuevo programa, se augura una implementación "caótica" si no se hacen las reflexiones pertinentes.
"No se trata de modificar los contenidos programáticos, sino toda la estructura educativa y el que el docente la ponga en práctica".
Insistió en la necesidad de revalorar el rol del docente en el sistema educativo.
"¿Cuándo dialogaste con ellos si los tenías aislados? No se trata de una implementación ideológica, sino el acercamiento hacia los nuevos aprendizajes de los estudiantes", cuestionó.
Consideró como normales las detonaciones y posturas de las agrupaciones de padres de familia que rechazan este modelo.
"Los docentes han dicho que no le encuentran estructura ni pies ni cabeza, pues no hay una innovación o una parte pedagógica".
Concluyó que la Nueva Escuela Mexicana pareciera sólo un rechazo a lo que había antes con el argumento de que no funciona.
Sgg.