La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), encontró que después del paso de los años, inversiones millonarias o nula atención a las autoridades municipales y estatales de Oaxaca, así como el federal, las aguas de los ríos Atoyac, Salado y sus afluentes continúan contaminadas de heces fecales. Afectando con ello redes de agua potable, mantos freáticos y aire de la ciudad de Oaxaca, además de por lo menos 40 municipios de Valles Centrales.
La CNDH, en su Recomendación 57/ 2020, alertó sobre una alta presencia de ese contaminante y envió el documento al gobernador de Oaxaca, Alejando Murat, a la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez, y a 28 presidentes municipales.
“Para el parámetro de coliformes fecales es fuertemente contaminada en casi todos los sitios de monitoreo, en la sección de los ríos entre el municipio de Oaxaca de Juárez hasta Santa Gertrudis”.
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Pero además “el indicador de calidad del agua de los ríos Atoyac y Salado (en la sección del municipio de Oaxaca de Juárez y zona conurbada), para las coliformes fecales, arroja que la calidad del agua varía de aceptable a fuertemente contaminada, resaltando el mayor nivel de contaminación en los sitios ubicados en la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca de Juárez”.
Para hacer su investigación, que derivó en la Recomendación de 113 hojas, la CNDH solicitó información a esa región central de Oaxaca, donde 28 municipios respondieron y 12 omitieron hacerlo.
En el documento se detalla que las respuestas de los municipios reflejan un sinfín de carencias: falta de recursos para invertir en infraestructura, drenajes quebrados o inexistentes, descargas a cielo abierto y más.
Se afirma que “los limitados recursos económicos con los que cuentan los municipios y que, derivado de que de Oaxaca está dentro de una zona sísmica, la infraestructura de alcantarillado presenta daños por fractura por los movimientos telúricos. Esta situación entorpece el buen funcionamiento del sistema y su reparación es costosa”.
Todo ello pese a la existencia del “Grupo Específico de Trabajo para el Saneamiento de los ríos Atoyac y Salado”. Sin embargo, la CNDH considera que el problema persiste, por lo que se requieren mayores esfuerzos y la participación de la sociedad.
La Recomendación pide, tanto a Conagua como al gobierno del estado, garantizar presupuesto “suficiente” en los ejercicios fiscales del 2021 a 2023 a todos esos municipios, para que los servicios públicos de alcantarillado puedan ofrecer la debida prestación de los servicios públicos.
Además sugiere a las autoridades contratar, incluso, a empresas privadas.
“Gestionar los convenios necesarios e inscripción a los diversos programas de financiamiento disponibles y, de ser pertinente, asumir temporalmente dicho servicio público por parte del gobierno estatal, con el sector social o privado, para la prestación conjunta de los servicios”.
La Recomendación pide a Conagua que envíe personal especializado a realizar un recorrido por ambos ríos, desde el municipio de San Francisco Telixtlahuaca, hasta el de Santa Ana Tlapacoyan.
“A efecto de hacer un inventario de la totalidad de los puntos de descarga de aguas residuales, identificando su procedencia, su naturaleza y volumen, así como para corroborar si la fuente generadora cuenta o no con su respectivo permiso y si cumple con la normatividad aplicable”.
En todo el territorio de Oaxaca se cuenta con 70 plantas de tratamiento, 9 de ellas en el área de influencia. Es decir la zona contaminada.
La información oficial destaca “el número reducido de localidades con servicio de sistema de drenaje y alcantarillado municipal, en el que sólo el 11 por ciento de las localidades incluidas en el área de influencia cuentan con el propio”.
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Más en específico “de las 155 mil 813 viviendas habitadas en los municipios de referencia (dato de 2010), cerca de 20 mil no cuentan con servicio de drenaje, lo que, considerando el promedio de habitantes por vivienda por municipio (3.75), equivale a cerca de 75 mil habitantes que no cuentan con dicho servicio público”.
En las viviendas que cuentan con drenaje, cerca de 31 mil 500 disponen sus aguas residuales en fosas o tanques sépticos, 206 en barrancas o grietas y 78 directamente a cuerpos de agua.
La CNDH, acreditó que todo ello genera violaciones a los derechos humanos de las poblaciones cercanas a esos afluentes, al saneamiento del agua y a un medio ambiente sano "por la descarga de aguas residuales sin tratamiento y la inadecuada gestión de residuos sólidos en diversos municipios de Oaxaca”, además, señaló que se carece de medidas de vigilancia, lo que ponen en riesgo el equilibrio ecológico y la salud de la población.
El problema de la contaminación del Río Atoyac, Salado y afluentes ha persistido por años, por lo que es conocido por sus gobernantes anteriores y el actual, pero la contaminación continúa y “representa un desequilibrio ambiental de carácter continuo, cuya existencia es de amplio conocimiento de las autoridades”.
Pero no solo son las descargas de aguas grises y negras, sino también tiraderos. “Derivado del recorrido realizado desde el municipio de San Francisco Telixtlahuaca, hasta Ánimas Trujano se observaron múltiples tiraderos de residuos sólidos municipales y de producto de cascajo de construcción, dispuestos en las riberas del río sin control alguno, destacando un aumento de evidente contaminación en la región del río que cruza por el municipio de Oaxaca de Juárez y municipios conurbados”.
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De acuerdo con datos de la CNDH, en el "municipio de Soledad Etla más del 80 por ciento de las viviendas no disponen de drenaje, mientars que en los municipios de Santa Ana Zegache, Santa Inés Yatzéche, Santiago Suchilquitongo y Santa Ana Tlapacoyan, entre el 60 por ciento y 80 por ciento de las viviendas tampoco disponen de drenaje”.
De los 69 puntos, 53 descargan al río Atoyac o algunos de sus afluentes, y el resto tienen autorización para descargar al suelo para el riego de pastizales, o bien para su infiltración al subsuelo.
Por último la CNDH, pide a las autoridades aludidas “prioricen la necesidad de construcción, adecuación o rehabilitación de los sistemas de alcantarillado, drenaje y saneamiento necesarios, incluyendo tanto a comunidades urbanas como rurales, en la distribución de recursos humanos y financieros para la instalación y puesta en marcha de la infraestructura para la debida prestación de los servicios públicos de saneamiento”.
Los 28 municipios afectados y que dieron respuesta a la información requerida por la CNDH son: San Francisco Telixtlahuaca, San Pablo Huitzo, Magdalena Apasco, Santiago Suchilquitango, Reyes Etla, San Andrés Zautla, Guadalupe Etla, Soledad Etla y Nazareno Etla.
Además de San Lorenzo Cacaotepec, Santa María Atzompa, San Jacinto Amilpas, Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán, San Agustín de las Juntas, Animas Trujano, Santa María Coyotepec, San Bartolo Coyotepec, Santa Catarina Quiane, Villa de Zaachila, Ciénega de Zimatlán, Zimatlán de Álvarez, Santa Ana Zegache, San Pablo Huixtepec, Santa Inés Yatzeche, Santa Gertrudis, Santa Cruz Mixtepec y Santa Ana Tlapacoyan.
ROA