Ante el incremento en el consumo de “alimentos procesados”, en pueblos y comunidades indígenas, desde hace varios años registran problemas de salud como diabetes, hipertensión, sobrepeso y obesidad, que los vuelve vulnerables ante la pandemia del coronavirus.
Tal fue una de las conclusiones del webinario “El derecho a la alimentación y soberanía alimentaria de los Pueblos Indígenas" organizado por el Centro Profesional Indígena de Asesoría, Defensa y Traducción A.C. (Cepiadet), moderado por Yasyana Elena Aguilar Gil integrante de organización Colegio Mixe (Colmix).
Ante ello, la Regidora de Educación del municipio de Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra Norte de Oaxaca, expuso que su comunidad ha sido una de las más afectadas por la venta y consumo de productos industrializados.
Señaló que ejemplo de ellos es la existencia de al menos 50 personas con diabetes, de acuerdo con registros de la Unidad Médica Rural, cuyos responsables sostienen que la mayoría de estos pacientes no llevan control médico porque no quieren dejar de consumir “chatarra” pues la asocian a una falsa “calidad de vida”, manifestó la servidora pública municipal.
Comentó que por eso, ante la pandemia del covid-19 Yayalag ha tomado acciones como cierre de caminos para proteger a su población vulnerable del contagio del coronavirus, y decidió prohibir el paso a distribuidores de productos industrializados, con la finalidad de que la población regrese a su alimentación tradicional.
Villa Hidalgo Yalalag es un ejemplo de la problemática extendida por la mayoría de comunidades indígenas del país donde alimentos producidos en la propia localidad son desplazados por otros ultra procesados y bebidas embotelladas o “refrescos”, que han penetrado gracias a que cuentan con una enorme publicidad, mercadotecnia y distribución, aseveró Abelardo César Ávila Curiel, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
A su vez, Alejandro Calvillo Unna, director de Poder del Consumidor A.C., destacó que en América Latina, México es el mayor consumidor de tales productos, y entre los estados, Oaxaca y Chiapas figuran entre los mayores consumidores de Coca cola, lo cual se refleja en problemas de salud pública por diabetes y obesidad.
Y dio el ejemplo de un estudio realizado, con el apoyo del Instituto Nacional de la Nutrición, en el municipio de Chilapa en la montaña de Guerrero, donde el 60 por ciento de las y los niños declaraban que habían incluido en su desayuno bebidas azucaradas, y un porcentaje igual del alumnado de primaria, secundaria y preparatoria, declaraban haber consumido en día anterior, tres veces o más, bebidas azucaradas.
Calvillo Unna mencionó que después de impartir un taller a las y los niños de Chilapa, estos se organizaron para dejar de comprar frituras empaquetadas y el dinero que gastaban en su consumo lo invirtieron en ingredientes locales para preparar, ellos mismos, un almuerzo nutritivo para ellos y sus compañeros, lo que dio como resultado una mejor nutrición y baja de talla.
En la mixteca oaxaqueña, el colectivo Ve’e Ñuu de Tlaxiaco, en el que participan Bacilia Riaño Bautista y Romeo Ramírez González, se ha dado a la tarea de comercializar alimentos producidos en el campo como quelites, hongos, nopales, pulque y tortillas hechas a mano, con el objetivo de revalorar la comida de las comunidades indígenas, además compartir conocimientos sobre la preparación de diversos platillos, dieron a conocer ellos mismos.
Abelardo Ávila Curiel subrayó que la mala alimentación surge de varios factores entre los que figuran la desvalorización de los productos alimenticios locales, empezando por el maíz y el frijol, y también por las políticas públicas neoliberales que han ponderado la compra, por ejemplo, de maíz importado, lo que ha provocado la quiebra del campo y que los productores se conviertan fuerza de trabajo para la industria.
jamj