En Oaxaca, el presidente municipal Alejandro López Jarquín, y la presidenta honoraria del DIF municipal, Tania López, le entregaron a la familia del llamado “Milagro de la carriola”, al niño Alejandro Aquino García y su madre Nancy García, dos camas con colchones, un tinaco Rotoplas y un vale de cemento y despensas como parte de una ayuda humanitaria y alimentaria para enfrentar sus carencias
La familia de Alejandro es de bajos recursos, radica en una casa de lámina ubicada en la colonia “Los Pinos” de la agencia municipal de San Isidro Monjas, perteneciente al municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca.
Alejandro duerme a lado de sus hermanos y su bisabuelo Don Victorio, hacinados en un cuarto de lámina, con una cocina a la intemperie y en un terreno prestado por el jefe del papá del niño, quien se dedica a la albañilería y gana a la semana mil 200 pesos.
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El menor de 10 años de edad, quien subió y empujó a su abuelo en una carriola vieja hasta el centro de vacunación anticovid, padece de un problema en la sangre con sus plaquetas, mientras que sus hermanos Daniel de 2 meses de nacido, José Fortino de 6 años, y Oscar de 4 años de edad tienen cuadros graves de desnutrición avanzada y diversas infecciones en la piel y otros padecimientos crónicos.
Por lo que la directora del DIF municipal, Tania López, les ofreció ayuda médica a los niños, además anunció que los menores con consentimiento y aval de sus padres, serán sujetos a diversos análisis de laboratorio; los cuales pagará el ayuntamiento para así comenzar su tratamiento médico y recuperación.
Posteriormente, se tramitará su inscripción escolar, pues Alejandro y sus hermanos no estudian desde hace años. Él, por su padecimiento en la sangre, solo llegó hasta el 2 año de educación primaria.
Alejandro, de diez años de edad, no sabe leer ni escribir, solo suma del 1 al 100, pero sus deseos de ser alguien y su motivación por ver a su familia mejorar su condición de vida es inaudita, hoy ya sueña con ser médico profesionista.
La mamá de Alejandro Aquino, Nancy García, trabaja de gritona en un transporte público y rechaza que sea una mala madre.
Incluso el propio Alejandro la defiende y dice que no recibe malos tratos de su parte, “mi mamá no me pega, ella me trata bien”, asegura. A pesar de tener hematomas en el cuerpo, que son generados por su propia enfermedad en la sangre.
PONDRÁ EN UN ALTAR LA CARRIOLA
Cuando se le pregunta qué hará con la vieja carriola con la que se hizo famoso trasladando a su bisabuelo al módulo de vacunación anticovid, Alejandro, refiere que cuando tenga la posibilidad, la va poner en un altar, porque con ella han llegado cosas buenas a su familia.
mjsg