El director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, José Filiberto Velázquez Florencio, aclaró que el gobierno de Guerrero no tuvo ninguna intervención en la tregua pactada entre grupos del crimen organizado para pacificar a la capital.
El párroco de Chilpancingo, quien la noche del jueves 15 de febrero reveló que habría intervenido personalmente para lograr el acuerdo entre, publicó en sus redes sociales un texto de tres puntos, que consideró importantes aclarar para evitar que los esfuerzos de la iglesia en el tema de la inseguridad reciban un trato “politiquero”.
De primera instancia, llamó a “no desvirtuar los esfuerzos de la Iglesia y del Estado por pacificar a las regiones del estado”.
Luego, destacó que los obispos de las Diócesos de Chilpancingo, Acapulco, Tlapa y Ciudad Altamirano no fracasaron al intentar que los grupos delictivos pactaran una tregua, a finales de 2023, tras realizar una visita al Papa Francisco.
“Ellos no fracasaron, lograron abrir canales de comunicación que aun se mantienen vigentes”, señala en un primer instante, luego refiere que el conflicto en el que intervinieron los obispos fue en una circunstancia diferente a lo que se vive en Chilpancingo, donde el 14 de febrero se alcanzó una tregua.
Y destaca: “En esta tregua de Chilpancingo no intervino el Estado ni fue a petición de él, y eso es lo que se debe de esperar, la neutralidad del este”.
Indicó que la tregua fue iniciativa de un grupo y el otro aceptó.
En el detalle expuesto la noche del jueves, Velázquez Florencio destacó que personalmente intervino a petición del grupo de “Los Tlacos”, lo que impidió que la jornada del 14 de febrero se recrudeciera la violencia.
KSH