Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, descartó presentar denuncias tras el reporte de su desaparición la semana pasada, luego de que su abogado aseguró que había sido víctima de secuestro exprés, pero luego fue desmentido.
A nueve días de qué se reportara la desaparición del obispo emérito, quien posteriormente fue localizado en un hospital de Cuernavaca, Rangel Mendoza aseguró que además no presentar una denuncia, perdona a quienes le hicieron daño.
"Con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquellos que me han revictimizado producto de la desinformación", se lee un comunicado firmado por el obispo emérito y dado a conocer en la cuenta oficial en 'X' de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Tras la localización del obispo emérito, la Fiscalía General (FGE) de Morelos informó que el líder religioso pudo ser víctima de un secuestro exprés.
Sin embargo, Seguridad Pública del mismo estado sostuvo que el obispo no pudo ser víctima de un delito de ese tipo, pues existe un vídeo en el que se le observa entrando a un motel de paso por su propio pie, acompañado de una persona.
Esa versión desató el escarnio en contra del jerarca de la iglesia católica, ya que se indicó que se le encontró drogado, con viagra y preservativos.
Dicha desinformación ameritó la intervención de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que solicitó no emitir conjeturas sobre el caso.
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