El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, señaló que habitantes de la Sierra de Guerrero están incomunicados y que escuelas, así como centros médicos están cerrados debido a balaceras en la zona, por lo que pidió a los grupos delictivos que pacten una tregua.
- Te recomendamos Tras balaceras, suspenden clases y servicios médicos en Sierra de Guerrero Estados
“Ayer me hablaba una persona de Tlacotepec y me decía; estamos encerrados como en un corral, no podemos salir, los víveres no pueden llegar y menos el transporte”.
"Tenemos que llegar hasta allá para hablar con esas partes y que se respete a la ciudadanía, porque los muchachos no pueden bajar a la escuela, los médicos enfermeras y maestros no pueden subir, esto es una desgracia”, explicó.
Recordó que hace un par de meses subió a la Sierra para fungir como mediador entre las organizaciones delictivas que se disputan el control de las rutas de trasiego de la droga, principalmente de amapola, y trató de negociar una tregua, pero no logró concretarse.
Rangel Mendoza, agregó que la presencia de militares y policías ayudan a la pacificación de la zona, pero que hace falta la intervención directa de las autoridades federales y estatales.
RLO