El 2014 fue un año complejo para Tampico, Ciudad Madero y Altamira, al ser una región de Tamaulipas que estuvo en el mapa nacional, pero por enfrentamientos armados, muertos y hasta quema de negocios.
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Fue la última gran crisis de seguridad en la zona y la preocupación de la población, autoridades y empresarios estaba presente debido a los daños colaterales como la fuga de inversiones y la intranquilidad de poder salir a la calle.
“Hace diez años la ciudad tenía problemas serios de inseguridad, el tejido social estaba muy deteriorado, no se veía cómo los ciudadanos se organizaran para ayudar a su comunidad”, recordó Jorge Charles Coll, director del Observatorio Ciudadano Tampico, Ciudad Madero y Altamira.
Fue el 21 de agosto del 2014 que se firmó el inicio de operaciones, en un evento encabezado por los alcaldes, empresarios, el entonces presidente del Observatorio Nacional Ciudadano, Héctor Larios Santillán.
En aquellos años, el priista Egidio Torre Cantú iba a la mitad de su mandato como gobernador de Tamaulipas, sitio al que llegó tras sustituir a su hermano Rodolfo, quien fuera asesinado días antes de las elecciones del 2022 a las afueras de Ciudad Victoria.
Charles Coll indicó que el Observatorio fue “una idea que surgió del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (Ciest), fue algo de vamos a empezar a cambiar la inercia, comencemos con algo muy sencillo como lo es saber cómo estamos, cómo está la situación de esta zona y motivar a que la ciudadanía, al estar informada, le apostara a su comunidad”.
En una época en la que todo se comenzaba a informar a través de las redes sociales como Twitter (X) o Facebook, se reportaban balazos en diversos puntos de la conurbación en el 2014, hasta negocios quemados.
“Lo que detonó esto fue todo el contexto en el cual estábamos en este tiempo y ahí conformamos el Observatorio Ciudadano en el mes de agosto del 2014, se creó un evento en el Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas (IEST) en el cual se convocó a las universidades, las cámaras empresariales, organizaciones religiosas, agrupaciones de la sociedad civil, que son las que respaldan el observatorio.
La evolución y los planes tras una década
El OCTMA comenzó a trabajar primero en recopilar información, estadísticas sobre los delitos en los cuales casi todos estaban en niveles altos, así que el ciudadano sabía cuál era la dimensión del problema.
Sin embargo, las estrategias que en su momento se tomaron comenzaron a dar resultados paulatinamente, porque algunos delitos comenzaron a disminuir, pero comenzaron a registrarse otra clase de delitos como la violencia familiar, que se tuvo que comenzar a medir.
“Conforme mejoran las condiciones de seguridad en la ciudad seguimos haciendo eso pero comenzamos a tocar otros temas que empezamos a notar como la violencia familiar, lo que tiene que ver con los grupos más vulnerables, la violencia contra niñas, niños y adolescentes, adultos mayores”, sostuvo el director.
A diez años de la confirmación, los delitos han disminuido, desde los secuestros, homicidios dolosos y lo que se refiere al fuero federal, así que existen planes de llevar a cabo un cambio, “una evolución”.
“Vamos a darle un giro a nuestras actividades, ahora vamos a orientar nuestras baterías en impulsar la participación de la ciudadanía, hay organizaciones civiles, de asistencia, clubes de servicio, están los rotarios, el Club de Leones, muchas instancias de personas que se unen para ayudar a distintos grupos”, recalcó.
Jorge Charles explicó que “el número de organizaciones ha aumentado y hemos notado es que se está generando algo en nuestra ciudad, porque hay personas que quieren hacer algo; pero a muchos les hace falta el empujoncito final, entonces lo que se viene para el Observatorio es ser como el agente de cambio para motivar a la ciudadanía a tomar alguna causa, ayudar a algún grupo, asociación civil, por ahí va la idea”.
Aseguró que se trabajará más de cerca con las escuelas, con las universidades, primarias, secundarias, también para tocar el punto fino que tiene que ver con la formación, “porque muchas veces decimos que queremos dejarles una mejor ciudad a nuestros hijos pero la verdad es que tenemos que dejarles mejores hijos a nuestra ciudad, formar ciudadanos responsables y sepan que les toca hacer algo”.