Operativos alcoholímetro en Torreón no son los adecuados: abogado

Las autoridades no pueden bajar al ciudadano del vehículo, ni realizar persecuciones para ver si el ciudadano conduce en estado de ebriedad.

Operativo alcoholímetro en Torreón. (Martín Piña Reta)
Adriana Magallanes
Torreón, Coahuila /

La implementación de operativos alcoholímetro durante la temporada navideña, que tienen como finalidad la prevención de accidentes, en muchas de las veces violenta los derechos de los ciudadanos.

Jesús Jasso Fraire, abogado, manifestó que las autoridades no pueden bajar al ciudadano del vehículo, ni realizar persecuciones para ver si el ciudadano conduce en estado de ebriedad, pues la ley y el reglamento establecen que si no hay una causa legal de detención no pueden hacerlo.

Si bien es cierto, la aplicación del alcoholímetro es un procedimiento establecido por las autoridades para prevenir y ayudar en la reducción de accidentes, los métodos y los procedimientos implementados para realizarlos, no son los adecuados.

“No nos oponemos a los operativos alcoholímetros porque en algo han de ayudar, en lo que no estamos de acuerdo como abogados y como ciudadanos, es en los métodos y procedimientos implementados para realizarlo o como lo están realizando”.

Expuso que se ha señalado como abogados que los operativos en la forma en la cual están reglamentados y en la forma en la que se realizan, violan los derechos fundamentales de los ciudadanos, pues no no se tienen mecanismos inmediatos para recurrir y evitar una detección o aseguramiento del vehículo.

“No en todos los casos la autoridad podrá justificar su actuación frente a la ley, podrá justificar frente a la ciudadanía como un método de prevención, porque se ha señalado que es una acción gubernamental que ayuda a prevenir accidentes”.

Consideró que los mecanismos de prevención para evitar accidentes por el consumo de alcohol deben ser desde otra perspectiva y no con la detención de conductores con aliento o en estado de ebriedad.

Indicó que en algunos estados la conducción en estado de ebriedad no es un delito, por lo que puede resolverse a través de un procedimiento administrativo en el que no se imponga cárcel, por lo que la autoridad debe ser más flexible y evitar detenciones arbitrarias.

Jasso Fraire, señaló que la solución no está en la detención de las personas, sino en los métodos y procedimientos implementados.

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