El Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón manifestó su preocupación por la forma en que avanza la erradicación de los cultivos de amapola en la Sierra de Guerrero, que es la única fuente de ingresos para miles de campesinos que habitan en esa zona.
Este miércoles 3 de enero, el Centro Morelos emitió un comunicado en el que denunció que frente a la pasividad que se tiene contra los grupos que promueven la explotación irracional de la madera, la destrucción de la amapola se mantiene sin atender los reclamos que han hecho de manera reiterada los habitantes de la zona.
La organización no gubernamental refiere que durante los primeros días de enero de 2021, los habitantes de varios pueblos de la Sierra alertaron que la depredación de los bosques ya provoca que escasea el agua en ciudades como Chilpancingo.
La explotación de los bosques, de acuerdo con el Centro Morelos, la realizan grupos del crimen organizado y en algunos momentos cuentan con el aval de personal del Ejercito.
En el comunicado se anota que no se ha prestado atención al reclamo que han hecho varios de los comisarios de la zona, por lo que consideró importante recordarlo.
“Nuestra preocupación proviene de la actuación de los miembros del Ejército que han venido destruyendo los plantíos del opiáceo que son la única fuente de ingresos de cientos de familias”.
En ese contexto, se plantea un reproche al delegado del gobierno de la República en Guerrero, Iván Hernández Díaz, que hace algunos días declaró a los medios de comunicación que “… la erradicación de cultivos ilícitos no está en negociación”.
El organismo que representa la abogada Teodomira Rosales Sierra, señala que el funcionario federal maneja la información “como si los campesinos se dedicaran a esa actividad por gusto”.
El documento señala que antes de planear la erradicación del cultivo de la amapola, se debe garantizar el cumplimiento de los Derechos Humanos a la vida, a la alimentación, a la salud, a la educación y al empleo, por mencionar algunos.
ledz