La cadena de tiendas de Fomento Económico Mexicano (Femsa), OXXO, informó que decidió tomar medidas en sus sucursales de Sinaloa ante los hechos de violencia que se han registrado en los últimos días.
A través de un comunicado, el área de comunicación corporativa de Femsa señaló que se tomó dicha decisión para resguardar el bienestar de todos sus colaboradores.
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Además de que estas medidas dependen de los municipios y hasta el momento no detallaron a cuántas tiendas y hasta cuándo tendrán que aplicar las medidas mencionadas.
"En OXXO estamos aplicando medidas preventivas en algunas tiendas de Sinaloa para resguardar el bienestar de nuestras y nuestros colaboradores, ante las condiciones de inseguridad en el estado (...) Todos nuestros colaboradores se encuentran bien (...) Esperamos que pronto se restablezcan las condiciones de seguridad en la entidad para retomar operaciones con normalidad”, detalló la empresa.
En los últimos días, en Culiacán, Sinaloa, sucedieron diversos hechos violentos relacionados con el crimen organizado.
Estos sucesos provocaron que tiendas cierren o tomen medidas para salvaguardar a sus clientes y personal, tal es el caso de OXXO, que abrió sus puertas en México desde 1978 con su primera tienda en Monterrey.
Cada día, OXXO abre alrededor de dos tiendas y en México tiene más de 20 mil, todas operadas por al menos dos o tres personas, principalmente familias. Generando así más de 5 mil 600 fuentes de trabajo al año.
Según los datos de la empresa, diariamente se atienden a más de 13 millones de clientes en las tiendas OXXO, con más de 2 mil 500 productos en todas ellas, además ofrece servicios como envío de dinero, depósitos, servicio de gasolina, cuentas bancarias, venta de celulares y casetas telefónicas.
¿Qué está sucediendo en Sinaloa?
Sinaloa atraviesa una crisis de seguridad que ha generado un ambiente de temor e incertidumbre en varios municipios clave del estado, como Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio.
Los recientes enfrentamientos entre grupos del crimen organizado desataron una ola de violencia que afecta de manera directa a la población civil, la economía local y las instituciones educativas.
Este contexto se volvió crítico, generando consecuencias severas tanto en el ámbito educativo como en el comercial, debido a la interrupción de actividades esenciales para la vida cotidiana.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, anunció la suspensión de clases en los mencionados municipios el pasado 12 de septiembre de 2024.
El despliegue de efectivos militares, junto con aeronaves especializadas, busca controlar los actos violentos, garantizar la seguridad de la población y restablecer el orden.
No obstante, a pesar de los esfuerzos de las autoridades, la violencia continúa afectando a la sociedad sinaloense, interrumpiendo actividades económicas y educativas cruciales.
Pérdidas económicas y crisis comercial
Uno de los sectores más gravemente afectados por la ola de violencia en Sinaloa fue el comercial. En Culiacán, la capital del estado, las actividades económicas se paralizaron casi por completo..
Los enfrentamientos provocaron que las calles estén vacías, con la mayoría de los negocios cerrados por el temor a nuevos brotes de violencia. Esta situación fue descrita como una "ciudad fantasma" por los habitantes locales.
La Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC) reportó pérdidas económicas que ascienden a los 800 millones de pesos. Esta cifra continúa en aumento debido a la paralización de las actividades comerciales y el cierre de establecimientos, lo que amenaza con desestabilizar el tejido económico de la región.
La gravedad de la crisis fue calificada como un Culiacanazo comercial, haciendo referencia a un colapso económico sin precedentes en la zona.
Los empresarios se encuentran en una encrucijada, ya que los costos operativos de sus negocios, como el pago de rentas y salarios, se mantienen, mientras que las ventas han caído drásticamente.
En muchos casos, esto llevó a cierres indefinidos, afectando tanto a los pequeños comerciantes como a grandes cadenas.
Sin embargo, las empresas afiliadas a la Cámara Nacional de Comercio, que operan en plazas comerciales, lograron mantener el suministro de productos y evitar una situación de desabasto, aunque el panorama sigue siendo incierto.
Suspensión de los festejos patrios
En medio de este clima de tensión, el gobernador Rubén Rocha Moya también anunció la suspensión de los festejos patrios que se celebrarían la noche del 15 de septiembre, una decisión sin precedentes en la historia reciente de Sinaloa.
La cancelación de las celebraciones populares se adoptó como una medida para proteger a la población, en especial a los niños y jóvenes que tradicionalmente participan en estos eventos.
La ceremonia oficial del Grito de Independencia se realizará de forma limitada, con la presencia de autoridades gubernamentales y las fuerzas armadas, evitando las aglomeraciones que podrían poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
El temor por posibles enfrentamientos durante los festejos patrios subraya el nivel de inseguridad en el estado.
Respuesta del gobierno federal
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció la complejidad de la situación en Sinaloa, admitiendo que "hay temor" entre la población.
No obstante, el mandatario aseguró que las fuerzas federales están presentes en número suficiente para garantizar la seguridad en la región.
En su conferencia matutina, López Obrador explicó que los recientes enfrentamientos tienen su origen en las disputas entre facciones del crimen organizado, vinculadas a la detención de Ismael El Mayo Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa.
MO