José Alfredo Gallegos Lara, mejor conocido como El Padre Pistolas, fue inhabilitado para oficiar misas en Michoacán, de acuerdo con un oficio firmado por el arzobispo Carlos Garfias Merlos.
El documento, fechado el 21 de septiembre, indica que después de haber sido amonestado en varias ocasiones, el 4 de septiembre suspendió al presbítero por medio del decreto D15/22, por lo que no tiene expedito el uso de licencias ministeriales.
En la carta, Garfias le comunicó a los sacerdotes de su arzobispado que pese a esa medida, el controvertido sacerdote ha seguido encabezando liturgias, sobre todo en el municipio de Chucándiro, a 50 kilómetros de Morelia.
Bajo esas circunstancias, advirtió que Gallegos Lara podría hacerse acreedor a penas establecidas en el derecho canónico, pero como medida de emergencia dio la orden de no invitarlo a celebrar misa o algún sacramento.
El oficio también fue firmado por el canciller Leopoldo Díaz Díaz y su autenticidad fue confirmada por la oficina de prensa del arzobispo.
El Padre Pistolas cobró notoriedad desde hace 17 años, cuando se le asignó el municipio de Chucándiro.
Siempre porta armas de fuego argumentando una medida de protección ante el crimen organizado, lo cual se suma a polémicas declaraciones en las que ha criticado a gobernadores, mujeres del movimiento feminista, sin que se salven otros sacerdotes católicos como Juan Sandoval Íñiguez y Norberto Rivera.
JLMR