José Alfredo Gallegos Lara, mejor conocido como 'Padre Pistolas', fue habilitado por la Arquidiócesis de Morelia para oficiar misas en su parroquia de Chucándiro, Michoacán.
El sacerdote había sido inhabilitado desde el 4 de septiembre de 2022 por el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, debido a su uso de lenguaje vulgar y ofensivo durante los oficios, así como calumnias para con el obispo, los sacerdotes y los fieles.
Sin embargo, el sacerdote, originario de Guanajuato, nunca acató la medida, pues continuaba celebrando misas en su parroquia ubicada a 47 kilómetros de distancia de Morelia, pese a la inhabilitación del alto jerarca católico.
Las celebraciones eran transmitidas a través de sus redes sociales. También eran difundidas pláticas en materia de salud, donde promocionaba curaciones y remedios naturales que él mismo preparaba. Los productos le valieron la reprenda del arzobispo en Michoacán.
Fue a través de sus redes sociales que el padre Gallegos informó que le fue renovada su licencia como sacerdote.
Con documento en mano, signado por el arzobispo Carlos Garfias Merlos, compartió las imágenes de dicha licencia, trámite que realizó en la sede de la Arquidiócesis de Morelia.
"Es oficial, el Padre Pistolas vuelve a oficiar misas. El día de hoy el Pbro. Alfredo Gallegos Lara asistió a la arquidiócesis de Morelia a renovar sus licencias. Con gusto les anunciamos que el Padre Pistolas vuelve a oficiar misas", se indicó en la publicación.
La suspensión de 2022 no fue la primera ocasión que el padre Gallegos recibió reprendas del alto jerarca católico, pues el 21 de noviembre de 2021 ya había sido amonestado por conductas inapropiadas.
El 22 de mayo de 2022 volvió a recibir una segunda "tarjeta amarilla" a través del monseñor Herculano Medina y el presbítero Filemón Guzmán.
Gallegos Lara incluso había amenazado con tomar la Catedral de Morelia si no echaban para atrás la suspensión.
'Padre Pistolas' firma documento donde se asume como difamador
El sacerdote declaró hace algunos días, a través de sus redes sociales, que le hicieron firmar unos documentos donde se asume como difamador.
"Los políticos y algunos curas me hicieron firmar un documento (para asumir) que soy difamador, que yo difamo a los padres o al obispo. Vamos a esperar un tiempo a ver si es cierto lo que yo digo o es mentira, por lo pronto, ya les firmé para que no estén fregando", aseveró.
ROA