Padres de familia de la escuela secundaria Isidro Fabela y de la primaria Gabriel Ramos Millán, localizadas sobre calzada de Tlalpan, en la delegación Coyoacán, manifestaron su inconformidad con la seguridad estructural de los planteles a los que acuden sus hijos.
Estas escuelas están a menos de dos kilómetros de la Unidad Habitacional Tlalpan, donde se cayó uno de los edificios que conformaban al conjunto residencial y de donde se rescató a 18 personas con vida y murieron otras nueve.
En la escuela secundaria diurna 73 Isidro Fabela Alfaro, donde estudian más de 600 alumnos, ya existe un dictamen de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del gobierno de Ciudad de México firmado por el ingeniero arquitecto Federico Martínez Bárcenas, quien asegura que "no presenta daño alguno".
Sin embargo, la señora Gloria García, madre de uno de los estudiantes, aseguró que no confía en dicho documento, porque "no es el oficial" y, aunque ya se abrió la escuela, la mayoría de padres de familia se guardará su derecho de llevar a sus hijos.
"La construcción tiene más de 50 años, otro temblor tal vez ya no lo aguanta. Está la vida de nuestros hijos. Hay cuarteaduras y se inclinó un poco el edificio en donde están los talleres", dijo.
"Mañana lo traigo, pero dependiendo de cómo esté la escuela, lo dejo o me lo llevo, por seguridad".
A la primaria Gabriel Ramos Millán, de tiempo completo, que es contigua a la secundaria, asisten alrededor de 430 alumnos y todavía no se ha realizado un dictamen de la seguridad estructural tras el sismo del 7 de septiembre, por lo que los padres de familia colocaron una manta en el acceso principal y en los puentes peatonales de calzada de Tlalpan, que se localizan frente al plantel.
El letrero informa que "La comunidad estudiantil de la primaria Gabriel Ramos Millán no regresará a clases hasta que se reparen los daños causados por el sismo del 7 de septiembre de 2017 y que fueron agravados por el pasado sismo del 19 de septiembre de 2017. Exigimos la reparación inmediata. Atentamente: padres de familia".
Un caso similar se registró en Azcapotzalco, en la secundaria 55 República del Salvador, en la colonia Electricistas, en donde la desconfianza de los padres de familia por el dictamen de la SEP los llevó a contratar a otra arquitecta para que revisara el inmueble. En tanto, los alumnos no van a clases.