Este 1 y 2 de noviembre se celebra el tradicional Día de Muertos, que revive los rituales mexicanos para recordar a los difuntos. Uno en especial es la ofrenda o altar de muertos en donde el propósito es recibir a sus familiares y amigos y darles la bienvenida a sus hogares.
En la ofrenda hay diversos elementos como frutas de temporada, calaveritas de dulce, flor de cempasúchil, papel picado, fotografías de los difuntos, algunos platillos que solían comer en vida y que fueron de sus favoritos, bebidas, cigarrillos o "vicios" que nuestro fallecido consumía. El que tampoco puede faltar en esa ofrenda es el pan de muerto, uno de los más vendidos en esta temporada.}
Y es que en México, el pan de muerto ha tenido un gran auge en el mercado gastronómico, lo venden en todas partes, desde las panaderías de la colonia, en festivales, barrios y pueblos, señores que venden pan en sus triciclos y que recorren las calles de la ciudad, hasta en tiendas de prestigio.
A veces el mexicano come este pan sin saber el significado que tiene cada elemento que lo integra, pues su singular decoración presenta los símbolos que enmarcan la tradición del Día de Muertos.
En la parte central del pan, se alcanza a ver una "bolita", usualmente la primera que se come, la cual representa el cráneo de un esqueleto.
De ahí, se desprenden cuatro líneas de pan que mantienen la forma de huesos, colocados en forma de cruz y simbolizan los cuatro rumbos del universo en la cosmogonía prehispánica.
Algunos historiadores creen que esto puede asociarse con los cuatro puntos cardinales relacionados con divinidades como Tezcatlipoca, Quetzalcóatl, Huitzilopochtli y Xipetotec.
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También se cree que la forma circular del pan es una representación del ciclo constante entre la vida y la muerte.
Inventos 'creativos'
El mexicano es tan ingenioso que siempre busca la manera de innovar la comida y el pan de muerto no ha sido la excepción.
Como también somos amantes de las garnachas, en Querétaro y algunos puntos de la Ciudad de México, crearon las gordimuertas, con la forma de pan de muerto y que con la masa de maíz asemejan los elementos de ese pan festivo.
En otro punto de la ciudad, el establecimiento Sushin González creó un sushi de pan de muerto, llamado Amairoll, un rollo con ate de membrillo, queso panela, crema pastelera, azúcar, canela y un toque de naranja, todo para resaltar las festividades mexicanas.
También el pan llegó en helado, bien presentado en un vaso o incluso dentro de un pan de muerto. Mismo sabor, misma tradición.
Y también se las ingeniaron para crear una malteada de pan de muerto, hecha a base de helado de vainilla, escarchada con azúcar y decorada con un palito de pan.
Tradición debe respetarse: panadero
Aunque a algunas personas no les agrade la forma en la que se presenta esta nueva forma de consumir el pan de muerto, para el panadero Carlos Ramírez Roure, integrante del Colectivo Mexicano de Panaderos (Comepan), siendo una tradición arraigada en nuestro país, esta costumbre gastronómica se tiene que respetar y no "distorsionar en exceso".
“Para mí son homenajes al pan de muerto, ingeniosas por cierto, pero siento que no afectan directamente a la pérdida de tradición al no consumir el verdadero pan, más bien pienso que son interpretaciones actuales de evocar esta costumbre, pero que sin duda se tiene que respetar una tradición mexicana”, platicó.
Aunque para Ramírez Roure el significado de los elementos del pan pueden sonar "muy románticos", él piensa que el pan sirve para seguir una tradición mexicana y no perder nuestras costumbres.
"Dudo muchísimo que todos los panaderos y consumidores sepan en realidad lo que significan los elementos de que tiene el pan de muerto, aunque debo decir que me parece muy romántico pensar que las panaderas del siglo XVI pensaran en los elementos prehispánicos cuando estábamos en pleno momento de colonización, pero creo que es una manera de darle significado, más que realmente exista o que haya existido en un inicio", dijo.
Explicó que más allá de que el pan funcione como un elemento más para la ofrenda, más del 90 por ciento de los mexicanos lo compra sólo para consumirlo y disfrutar de su sabor con infusión de naranja y azahar.
Ramírez Roure recomendó comprar pan de muerto en estas fechas cuando es muy demandado, en las panaderías de la esquina, pues es donde el pan se hace con respeto, con ingredientes puros, y no hacerlo en tiendas comerciales que no venden un producto artesanal.
DMZ