Parte de México en los baños termales Ojo Caliente

Con más de 100 años de existencia, el lugar ubicado en la hacienda del mismo nombre, es el espacio favorito para los turistas nacionales y extranjeros que llegan a Aguascalientes. 

Parte de la historia de Aguascalientes reside en la Hacienda Ojo Caliente.
Luis Carlos Valdés de León
Torreón, Coahuila /

Los baños termales se comenzaron a construir en 1808 por la familia Rincón Gallardo, la cual era dueña de la Hacienda de Ojo Caliente.

Posteriormente fue abierta para uso personal por el manantial que de ahí emanaba, según cuenta José María Osornio, gerente administrativo de los Baños Termales de Ojo Caliente y el Restaurante Mezquite. 

En 1831 cambian de dueño y se abren al público, la finca data desde entonces y comienza la administración enfocada en el turismo, además, incluso vivía ahí mismo el administrador. 

En 1897 lo compra la familia Escobedo dándole mayor auge. En los años cincuenta, la administradora fue la conocida señora Pona, personaje trascendente en la historia de Aguascalientes. 

La valiosa construcción de los baños termales le ha permitido ser locación de varias películas, como la de Abel de Diego Luna, esto luego que durante varios años la edificación estuvo abandonada, hasta que se rescató retomando su actividad. 

“La construcción es estilo colonial, la entrada de balaustrada es la parte más antigua, donde el INAH pre

El Dato:

Favorito de México

La historia dice que Pancho Villa era asiduo de llegar al lugar a bañar sus caballos.

sentó un proyecto especial, encontrándose la pintura original rescatando parte de la historia del recinto", explica Osornio. 

Según señala, aunque el pozo ya se abatió, se continúa extrayendo aguas termales a una temperatura de 41° con las mismas características y temperatura que hace 200 años. 

“Usualmente las aguas termales son sulfurosas, nosotros no tenemos tanto azufre, sino tenemos más cadmio y yodo, pero sí son más buenas para lesiones óseas y musculares, siguen siendo con la misma calidad”. 

Según cuenta, a este lugar acuden diariamente muchas familias completas, de todos los estratos sociales, pues asegura, es un sitio icónico de la ciudad, los abuelos traen a sus nietos, generando una costumbre generacional. 

Recientemente abrieron el restaurante Mezquite con carta de alta cocina mexicana, al igual que la selección de vinos y cervezas artesanales. 

“Las generaciones actuales les gusta más la parte de la historia, de sus raíces, este estilo de finca, donde se conserva los detalles antiguos mezclado con temas muy modernos, les ha llamado mucho la atención", finalizó.

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