Era muy común ver a personas armadas: pasante de medicina en Durango

Durante su servicio estuvo a cargo de toda la Unidad Médica Rural sin contar con servicios básicos, y recibiendo sólo la beca de compensación.

Existen falta de insumos pese a que se brinda atención primaria | Manuel Guadarrama
Isis Rábago
Durango /

Adriana Berenice García López fue asignada para realizar su servicio social en la Unidad Médica Rural (UMR) No. 140 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de la localidad de Unión y Progreso, o mejor conocida como Las Iglesias del municipio de El Oro

La comunidad compuesta por 278 habitantes está enclavada en la sierra de Durango, y para llegar desde la capital del estado toma un tiempo de cuatro horas y media, de las cuales dos son un camino sinuoso, el cual solamente se puede transcurrir través de un vehículo todo terreno.

Al concluir los cinco años del proceso académico los estudiantes deben cumplir con un año de internado y luego de terminar con este periodo, reciben su liberación para después iniciar con el Servicio Social, el cual también deberán hacer en un año. De Médicos Interno de Pregrado (MIP) pasan a ser Médicos Pasantes del Servicio Social (MPSS).

García López culminó el proceso académico de la Facultad de Ciencias de la Salud (FACSA) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) en diciembre del 2020 y posteriormente ingresó a un hospital para realizar su internado. Durante ese año estuvo en diferentes áreas como ginecología, cirugía, medicina interna, pediatría, urgencias y medicina familiar, y fue en ese periodo de tiempo en el cual asegura tuvo mayor desarrollo en comparación con los meses que estuvo realizando su trabajo social.

El 2 de febrero del 2022 llegó como médico pasante a la comunidad de Las Iglesias, en Durango, pero también directamente como doctora responsable de la Unidad Médica Rural, y aunque bajo sus órdenes estaban dos enfermeras de base, ella estaba a cargo de todos los servicios que se brindaran, recibiendo únicamente la beca de compensación.

“En la Unidad de Medicina Rural en donde estaba teóricamente se brinda la atención de primer nivel, desde un dolor de cabeza, a lo mejor alguna colitis, migraña, o procesos más complejos como algún descalabrado alguna férula, todo eso, pero teóricamente porque realmente pues la unidad en la que yo estoy no tiene mucho material, ni nada”.

La unidad no es tan pequeña,en la entrada está el tradicional camino con arbolitos, en su interior se encuentra un consultorio, la sala de espera, para encamados y la sala de exploración, pero además también alberga diferentes áreas, como lo es es el Centro de Atención y Prevención para los Adolescentes.

Incertidumbre desde la llegada 

Al llegar desconocía dónde iba a alojarse, o pasar la noche, pues la rapidez del proceso de asignación de la sede es una limitante para organizarse y al llegar ya conocer el lugar donde vivirán por un año.

Por ejemplo, ella obtuvo la sede del Servicio Social el martes y para el viernes tuvo que acudir a la subdelegación de Durango capital para la entrega de papelería y la firma del contrato, a través del cual se establecen los acuerdos del trabajo social como el periodo de tiempo, la beca o compensación que recibirán y la responsabilidad que tendrán. Posteriormente la mandan a la coordinación de IMSS con un asesor.

Explicó que Durango está divida por zonas y ella pertenece a la zona número 4 en donde una asesora encargada debería decirles cómo llegar, cómo moverse y donde vivirán, sin embargo en su caso le tocó mala suerte porque su asesora cubre vacaciones.

“Y cuando yo llego le digo que me tocó  la comunidad Las iglesias, pero en el mapa me sale que por Rodeo y que son seis horas; me dice que 'por ahí no hay camino, pero la verdad yo no sé porque yo no la conozco la unidad'. Le contesté que iba a mandar a un lugar donde ni siquiera ella sabía y me dijo 'pues pregunte'", y así lo hizo. 

Le explicaron que para llegar a Las Iglesias tenía primero que  llegar a Durango capital y de ahí tomar otro camión que es de los de la línea ranchera a Nuevo Ideal ,y en Nuevo Ideal se tiene que esperar porque no hay una ruta que vaya a la sierra.

Ese día, la asesora le comentó que lo único que podía hacer es mandarle el número de la enfermera de allá, porque en las Unidades de Medicina Rural las que sí están fijas y tienen contrato son las enfermeras, por lo general en esas comunidades buscan personas de ahí mismo para que no haya problema.

“Entonces me contacto con la enfermera y me dice, 'pues véngase', usted me dice cuando salga de Durango porque es lo que más o menos hacemos nosotros de la sierra a Nuevo Ideal, y si así quedó. Llegué en febrero 2, porque el 1 de febrero nos dieron un curso de inducción, llego a la sierra casi a las 2:00 de la tarde".

No contaba con servicios básico ni luz; quebraban los focos

El lugar donde dormiría en un año era un cuarto junto a la clínica, en donde había una cama pero no tenía colchón sino colchoneta, y aunque deberían tener lo básico como bóiler, gas, alguna estufa o parrilla, no lo tenía, inclusive el servicio de agua también era irregular, pues en periodos de tiempo no había, también tuvo que comprar focos porque los quebraban constantemente.

“Al principio estaba muy bien, pero en las noches era cuando mas se me complicaba, porque afuera no había focos, y la seguridad del cuartito era una rejita de la mitad de mi tamaño, pero además en mi cuarto la ventana no tenía vidrio”

Recuerda que aunque no vivió un situación de inseguridad como tal, si hubo una ocasión que tuvo mucho miedo precisamente por lo desprotegido del lugar, pues en la madrugada acudieron a tocarle y después de media hora, al final se escuchó la voz de una mujer conocida y acudió a abrirle la puerta.

Además de las incomodidades que enfrentaba en su estancia, otro de los problemas era la falta de insumos, esto pese a que solamente se brindaba atención primaria, como malestares comunes tal es el caso de gripas.

Pero no solamente estaba a cargo de la Unidad de Medicina Rural, sino que también debía cubrir metas de atención establecidas por el propio IMSS, y debido a que esta localidad es muy pequeña, debía trasladarse a poblados cercanos, aún con mayor rezago para cumplir con las metas mensuales, de las cuales depende la llegada de recursos y medicamentos.

“Para darte un recurso a la Unidad de Medicina Rural, 278 habitantes es muy poco, entonces no le saldría al Instituto y lo qué hacen en estos casos en donde hay unidades con muy poca población, te ponen otras poblaciones más pequeñas para juntar los habitantes mínimos que se necesitan”

En su caso tenía tres; Casas Blancas Barraza y la Ciénega, donde tenía que acudir cada dos meses a brindar la consulta para alcanzar las metas, y para trasladarse tenía que hacer una hora de distancia entre cada poblado.

La gente está acostumbrada a la presencia de hombres armados

La médico pasante regresaba a Gómez Palacio donde radica con sus padres cada quince días, y aprovechaba su visita para llevarse los alimentos que necesitaría debido a que era complicado obtener estos insumos, solamente que fuera a Nuevo Ideal.

También otro de los aspectos que resaltó sobre su estancia en Las Iglesias, fue la presencia de hombres armados, situación que para los pobladores es muy común, sin embargo se observaban "acciones extrañas" y aunque para los locales era muy habitual, para ella eran situaciones que la alertaban.

Duró alrededor de cuatro meses en Las Iglesias, y fue gracias a las movilizaciones de los médicos pasantes que logró cambiar de plaza para realizar su Servicio Social.

Luego del asesinato Erick Andrade Ramírez el pasado 15 de julio en El Salto, Pueblo Nuevo Durango, médicos pasantes de diferentes facultades de medicina del país, se manifestaron para exigir mejores condiciones en los lugares donde les corresponde hacer el trabajo social, con el cumplimiento a la Norma Oficial Mexicana NOM-009-SSA2-2013. Por estos movimientos, muchos médicos pasantes suspendieron sus servicio social y amenazaron con implementar un amparo, sin embargo se logró un acuerdo entre estudiantes de medicina y las autoridades.

Fue el pasado lunes 01 de agosto cuando Adriana Berenic García López regresó a realizar su Servicio Social, pero ahora en el poblado de Rodeo, en donde estará en el Hospital General, con mejores condiciones y principalmente en donde siente puede desarrollarse más como doctora.

Sgg.

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