Bajo la lluvia o temperaturas superiores a los 40°C, Pedro Alatorre Escoto, de 72 años, mejor conocido como Kaliman, corre insólitas distancias para inspirar a los mexicanos.
Aunque empezó a correr a los 60 años, descubrió que su superpoder era correr largas distancias sin que su cuerpo lo resintiera. Dice que todo es mental y cada vez se pone un nuevo reto.
“Yo veía a la gente que se jubilaba y no quería hacer nada pensando que ya lo habían hecho todo, pero noté que todas esas personas que la pasaban en su reposet duraban dos o tres años y adiós. Se iban de esta tierra y yo dije: no, la vida es muy bonita para dejarla tan pronto”.
Nacido en Ayotlán, Jalisco el 22 abril de 1952, Pedro Alatorre, fue profesor de materias técnicas en el Instituto Politécnico Nacional y confiesa que cuando era joven no sabía que existían carreras.
“Mi primera carrera de 10 kilómetros fue con tenis de mujer el día que cumplí 60 años.
Me preparé, tres meses caminé, tres meses troté y a los seis meses tuve mi primera carrera con los tenis de mi esposa, porque nunca me había comprado los propios. Hice una hora 20 minutos y corrí tan feliz”.
Kaliman es un atleta que ha corrido 65 maratones, 16 ultramaratones, 50 medios maratones en 50 días y algunas distancias más largas.
“Mi cuarto reto fue correr 50 medios maratones en 50 días, descansando el domingo. De lunes a sábado hacía seis medios maratones por semana. Fueron dos meses y dos días para hacerlos continuos en menos de tres horas”.
Actualmente está por cumplir su quinto reto el cual consta de llegar a los 400 medios maratones; le faltan solo cinco y el último medio maratón será el próximo 20 de octubre en Toronto, Canadá.
“Ser saludable está en uno. Si haces ejercicio es una realidad que vas a tener salud y eso es lo que me motivó principalmente”.
El apodo del hombre apareció en su vida cuando tenía 10 años, recuerda que veía sus radionovelas en la XEW, luego aparecieron las revistas en color sepia y dos películas.
“Kaliman se dedicaba a hacer el bienestar a la sociedad, y yo lo que hago es luchar para que nuestra gente se meta en su cabecita que el ejercicio es básico para el cuerpo. Si nosotros hacemos ejercicio nuestro cuerpo lo ve cómo salud. En México existen estadísticas muy negativas con una población enferma y sedentaria. No hay cultura del deporte. A la gente le da miedo ejercitarse o salir a correr porque tiene la idea errónea de que se va a lastimar”.
A la gente le llamó la atención cuando se vistió de Kaliman con su turbante blanco y en Jalisco se hizo tan popular que hasta un mural le hicieron. Ahora promueve carreras en ciudades de Jalisco y recauda dinero para terminar de edificar escuelas, entre otros proyectos.
Kaliman ha sido un hombre de retos. En 2015, después de correr 42 kilómetros, dio el salto a correr 125, desde las torres de la Catedral Metropolitana de Guadalajara, hasta su natal pueblo de Ayotlán, Jalisco.
Recuerda que en esa carrera se inscribieron 50 participantes y solo llegaron 12. “En el pueblo nos esperaban a las 10 de la noche, pero no fue así porque tuvimos horas de retraso entre logística para arrancar con la carrera y entre los descansos que teníamos para reactivarme. Hice 22 horas, llegué a las 2 de la mañana. A nuestra mente le pones un chip y sucede. De correr un maratón brinque a tres juntos”.
Su segundo reto en 2016, fue correr 140 kilómetros desde la Basílica de la Ciudad de Zapopán hasta Ayotlán: hizo 22 horas, lo mismo que en el primer reto acompañado de calambres.
En 2017 corrió 175 kilómetros, desde donde inicia el estado de Jalisco hasta Michoacán. “Es algo fuera de serie. Se hizo el arco de salida en plena carretera federal abarcando los dos carriles y había gente en su automóvil y todo México estaba conectado conmigo”, cuenta. "Llegué muy agotado, mi cuerpo me decía ya párale. Me iban a dar suero para rehidratarme pero por error me dieron cerveza y cuando empecé a correr me mareé y me caí casi llegando a la meta”.
En Guachochi, la Sierra Tarahumara de Chihuahua corrió siete años y se llevó las tres medallas de las diferentes categorías. Un viernes corrió 10 kilómetros, el sábado 63 y domingo 21.
Asegura que a pesar del intenso rendimiento, no tiene problemas en las rodillas y algunas veces le hacen infiltraciones para poder correr en perfectas condiciones y siempre con su disfraz.
En lo que va del año, ha corrido 14 medios maratones y le quedan cinco medios maratones por correr para llegar al reto de los 400.
Hoy domingo correrá en la Ciudad de México y el siguiente fin de semana en Tlaquepaque y el otro en Tijuana. En septiembre correrá el medio maratón de Atlas en Guadalajara, en octubre hará su despedida en Toronto, Canadá y así finalizará el número 400 con toda la fe que se tiene a sí mismo.
Sin embargo, asegura que aunque culmine el reto no dejará de correr.
“Mi vida sigue y siguen las carreras. Yo no voy a dejar de correr hasta que mi corazón deje de latir”.
Para Kaliman correr significa salud y hacer una labor social con las comunidades.
“Me siento un consentido de Dios porque me ha dado fortaleza para compartirlo con mis semejantes. Todas las cosas han salido de mi mente con el fin de promover el deporte. No tengan miedo y dejen los temores, todo se puede poco a poco, que se vuelva una costumbre, el ser humano es naturaleza. Los años no me han dejado huella”.
LG