A 20 días del asesinato del padre Marcelo, cerca de tres mil personas de comunidades de la Selva Lacandona peregrinaron en la cabecera municipal de Ocosingo, Chiapas, donde exigieron el retorno de la paz a los pueblos y comunidades indígenas asediadas por el crimen organizado.
En entrevista, fray Eduardo Cobián, párroco de la iglesia de San Jacinto de Polonia en Ocosingo, explicó que la iglesia es un pilar de esperanza en tiempos de crisis, afirmando que “la paz es fruto de la justicia”.
“Estamos llevando a cabo la peregrinación por la paz para pedir justicia por el asesinato del padre Marcelo, pero también para pedir paz en nuestro municipio, en nuestras comunidades. Las personas ya no quieren salir, les da miedo estar en la calle cuando cae la noche. Creo que es importante manifestar la paz y la esperanza”, declaró.
Vestidos de blanco, con globos en mano y pancartas, los participantes avanzaron desde la rotonda La Sibacteca hasta la iglesia de San Jacinto de Polonia, en el centro de Ocosingo.
A pesar del intenso sol, con el sonido del caracol, oraciones, cantos y exigencias de justicia para el padre Marcelo, los feligreses católicos participaron en esta marcha por la paz, la cual culminó con una misa solemne.
MO