Pericos 'monje', la plaga que invade La Laguna y pone en riesgo a otras especies

Este tipo de pájaros 'carismáticos' se establecieron en la región, luego de escapar de hogares de personas que los consiguen como mascotas.

Pericos monje en La Laguna. | Alejandro Jiménez
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila. /

El sonido del garrir de la cotorra argentina es cada vez más común en la región de La Laguna, sobre todo en los últimos diez años. Como si gritaran en su andar, grupos de pericos verdes con la característica de tener el pecho en color gris hacen sentir su colorida presencia en lo alto de los árboles y al sobrevolar el cielo lagunero.

La figura del también llamado perico monje (Myiopsitta monachus) adaptada a esta región, resulta una especie de las catalogadas como invasoras por su capacidad de llegar, establecerse y desplazar a otras aves o llevarlas hasta su extinción, toda una plaga carismática que pone en aprietos a especies nativas y exóticas.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), enlista a este perico entre las aves exóticas invasoras con alto impacto en México. A diferencia de otros loros, la cotorra argentina tiene la habilidad de construir sus propios nidos con ramas, y si tienen espinas, mucho mejor, así se protegen de los depredadores.

Pericos monjes. | Alejandro Jiménez

Llegan como mascotas

De acuerdo al biólogo lagunero Andrés Ortega Chufani, fuera de ser un ave migrante o desplazada de su lugar de origen, la cotorra argentina se introduce a regiones como La Laguna luego de escapar de hogares de personas que los consiguen como mascotas, mismas que en libertad del cautiverio llegan a ser invasoras.

“Es originario de Argentina y países del sur. Es muy adaptable porque es el único perico que hace sus nidos con ramas, lo que le ayuda a establecerse en las partes altas, por eso en Torreón le benefician mucho las palmas ya que anidan entre las hojas caídas. Es invasivo por el hecho de desplazar a otras especies”.
“Al ser un ave muy carismática, mucha gente las usa como mascotas. Además es un ave que puede emitir sonidos y llegar a hablar ciertas frases. El problema es que ya en libertad provoca todo un desplazamiento. Lo que le favorece en lo alto son los dátiles, frutos que les sirven bastante y un pico que los hace ser oportunistas”, comentó el biólogo con estudios en la Universidad de las Américas de Puebla.

Sin existir hasta el momento algún estudio que lo demuestre, la experiencia de los llamados “pajareros”, especialistas y amantes de las aves, entre las especies que al paso de la última década se han desplazado por la presencia del perico monje están algunos tipos de pericos, gorriones y de mirlos.

Ave con 15 años en La Laguna

El activista e investigador, Francisco Valdés Perezgasga, comparte que las cotorras argentinas empezaron a verse en Torreón hace unos 15 años en el sector de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), sin embargo, se ha percatado que hace diez años se ha esparcido en otras zonas de la región.

Pericos monje o cotorra argentina. | Alejandro Jiménez

Actualmente, es común verlos en lo alto de las palmas y árboles de gran tamaño, por lo que el especialista apunta que se pueden apreciar en mayor número en espacios como el Bosque Venustiano Carranza, la Alameda Zaragoza en Torreón.

También es común verlos cuando comen las vainas de mezquite o los dátiles de las palmas washingtonias que resultan un menú que les permite adaptarse fácilmente.

“Hace 15 años sólo se veía en la UAAAN y hace como 10 empezó a verse en otras partes de nuestras ciudades. Ha invadido casi todas las zonas urbanas del país. A los chileros les gustaba andar en las palmas y es donde a las cotorras argentinas les gusta estar. Anecdóticamente ahora veo menos chileros que antes. Pero nada de esto es resultado de un estudio”, dijo.

Por su parte, en la experiencia del biólogo Ortega Chufani, “Antes había otros pericos y desde que llegó el monje es muy raro que los vea. Como ejemplo el perico frente naranja, mucho más pequeño, antes lo veía mucho y ahora ya no. Ahora se ve mucho el argentino”.

En su concepto, una especie exótica invasora es aquella que no es nativa, y que se encuentra fuera de su ámbito de distribución natural, capaz de sobrevivir, reproducirse y establecerse en hábitats y ecosistemas naturales, con lo que amenaza la diversidad biológica nativa, pero también otros factores como daños en infraestructura.

“Al momento que viven en palmas o hacer nidos en postes podría representar un costo económico. No sólo es el desplazamiento de especies sino también pueden tener repercusiones en la infraestructura, que no es tan marcada como la de las palomas que dañan edificios o pintura, pero poblaciones grandes puede tener repercusión”, añade el especialista en aves.

Pericos monje. | Alejandro Jiménez

Datos del perico monje o cotorra argentina

Durante la época reproductiva en cada nido habita una pareja de adultos criadores, mientras que en la época no reproductiva pueden alojarse hasta tres o cuatro individuos del grupo en un solo nido.

Ponen de 4 a 8 huevos ovalados, blancos, de cáscara lisa y opaca que son ovipositados uno cada dos días y se incuban durante 26 días (Aramburú, 1996).

Los nidos son construidos con ramas de arbustos y árboles del área, sus nidos varían en tamaño desde 1 a 2 m de diámetro en árboles altos de 10 metros de altura (Tala et al., 2005).

Es la única especie de la familia Psittacidae que construye nidos comunales con ramas, cada nido está formado por un número variable de cámaras de cría que son ocupadas durante todo el año (Aramburú, 1996).

Información taxonómica

Nombre científico: Myiopsitta monachus Boddaert, 1783

Nombre común: Cotorra argentina.

Reino: Animalia Phylum: Chordata

Clase: Aves

Orden: Psittaciformes

Familia: Psittacidae

Género: Myiopsitta

Especie: monachus

dahh.

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