La pandemia de covid-19 no fue impedimento para que miles de creyentes de Jesús Malverde, conocido como el Santo de los Narcos, se dieran cita hoy 3 de mayo en su capilla ubicada en Culiacán, Sinaloa, para festejar su 122 aniversario.
Tres bandas amenizaban el lugar, mientras que los fieles creyentes entraban uno a uno, a dejar sus veladoras, ramos de flores, amuletos. Uno de los devotos roció una botella de Buchanan’s 18 en la escultura de su patrono, mientras la banda sinaloense resuena alrededor.
En Sinaloa, un estado que ha sido cuna de narcotraficantes del país como Joaquín El Chapo Guzmán y Rafael Caro Quintero, es común adorar a los capos por personas afines a la narcocultura que impera en el estado.
El encargado del lugar, Jesús Gonzáles, comentó que desde la madrugada acudieron cientos de creyentes a cantarle las mañanitas al santo y ocho bandas amenizaron el festejo. Explicó que se les da solo 15 minutos a las personas para que ingresen y dejen sus veladoras.
“La verdad es que por el covid-19 pensamos que no vendrían tantas personas, pero es mucha la fe que se tiene, y puede más que eso, ellos vienen a agradecer, a dejar sus veladoras”, comentó.
Cada año se realiza una caminata, donde se carga al Santo de los Narcos por las calles arriba de una camioneta, sin embargo, este año por la contingencia, solo se sacó de la capilla y se colocó su estatua, mientras los visitantes aprovechaban para tomarse fotografías.
Desde hace 25 años, Juan Ignacio acude a la capilla a agradecer por la salud de su hijo a quienes los doctores no le daban muchas esperanzas de que caminara, pero hoy de acuerdo al testimonio de sus padres, “gracias a Malverde”, el joven camina.
“El empezó a convulsionar, se le paralizó la mano derecha y el pie derecho, entonces nosotros le pedimos a Malverde y a doctores la medicina, entonces gracias a Malverde, no caminaba el, entonces gracias a Malverde ya camina”, señaló.
Como cada año, miles de turistas lo visitan desde diversos lugares, como Karla Celeste Robledo, quien viajo desde Orlando Florida para celebrar a Malverde.
“Vengo desde Orlando, Florida, tengo ya mi propio corrido, el corrido se llama la Reyna de Sinaloa, ya está registrado, yo salí muy chica de aquí de Sinaloa. Malverde acabo de comprar la estatua mi primera estatua donde me la bendijeron. No es algo malo”, sostuvo.
Los fieles creyentes lo acompañan todo el día, mientras la música sinaloense y los corridos amenizan la fiesta, del Santo venerado por todos los narcotraficantes.
RLO